Xi asegura que China no se dejará dictar lo que tiene que hacer
Si alguien esperaba ayer el anuncio de grandes reformas para la economía china, al final se quedó con las ganas. El país producirá “milagros que impresionarán al mundo” en los próximos años, pronosticó su presidente, Xi Jinping, durante su esperado discurso. El problema es que su alocución fue parca en detalles, sin avanzar políticas o planes concretos con los que abordar unos problemas cada vez más complejos a los que se enfrentan, como la desaceleración de su crecimiento, el aumento del adeuda ola guerra comercial con Estados Unidos.
Durante los casi 90 minutos en los que tuvo la palabra en el Gran Salón del Pueblo de Pekín, Xi elogió “el trabajo duro, la sabiduría y el coraje” de su país. También aprovechó para pasar lista a los numerosos logros alcanzados desde que Deng Xiaoping lanzara en 1978 su plan de Reforma y Apertura bajo la égida del Partido Comunista chino, cuyo papel debe seguir siendo, a su juicio, omnipresente en el modelo de desarrollo de la nación asiática.
Siguiendo esos pasos iniciados hace 40 años, Xi se comprometió a seguir liberalizando la economía y a impulsar a las firmas privadas a la par que fortalece a las empresas estatales. No habrá “vuelta atrás” a las políticas del pasado, aseguró ante los 3.000 asistentes.
Su intervención venía marcada por las crecientes presiones para que el país acelere sus reformas y mejore el acceso a las empresas extranjeras en mitad de las negociaciones comerciales con EE.UU. Sin embargo, el mandatario se dedicó tan sólo a readaptar alocuciones anteriores y a mandar algún que otro recado. “Nadie está en posición de dictar al pueblo chino lo que debe hacer”, afirmó sin mencionar a Donald Trump o sus políticas. También quiso calmar los temores de aquellos que ven en el auge chino una amenaza. “No importa cuanto se desarrolle China, nunca lo hará para conseguir la hegemonía”, apostilló, aun que sin renunciar a sus “derechos e intereses legítimos”.
Pese a que ayer no los hubo, es posible que pronto se anuncien cambios importantes. Podría ser durante la Conferencia Central de Trabajo Económico de China, una cita que se celebra esta misma semana con posibles recortes de impuestos o un aumento del gasto fiscal a la vista.c
El presidente chino celebra los 40 años de las reformas sin anunciar nuevas iniciativas