Cuentos de Navidad para todos los gustos
Quaderns Crema publica los relatos políticamente correctos de James Finn Garner y los antinavideños de Àngel Casas
Quaderns Crema lanza una doble propuesta editorial: Contes de Nadal políticament correctes , de James Finn Garner, y ¿Nadal? No, gràcies, de Àngel Casas. Son dos recopilaciones navideñas que se sitúan en polos opuestos y se convierten en una especie de artefacto literario, un juego de espejos.
De James Finn Garner ya conocíamos los Cuentos infantiles políticamente correctos, con Caperucita, Cenicienta y el flautista. Ahora llega la versión en catalán de Dolors Udina de esos relatos de invierno. De entrada, el autor y actor de Chicago no revela el año en que nació: primera lección. Acto seguido, dedica el libro a la gente de la Universidad Estatal de Moorhead, Minnesota, donde el director prohibió la decoración con muérdago por que “tiende a justificar muestras de afecto innecesarias”. Y a continuación reescribe cinco cuentos, con criterios políticamente correctos pero cargados de ironía.
En el primero, Era la nit del solstici, los versos se suceden con buenos deseos como “reciclen, renoven i tanquen l’aixeta, / i així és com ajuden el bé del planeta”. Después explica las historias revisadas de Glaç, la persona de neu; El Trencanous; Rudolph, el ren del nas apoderat, y finalmente no pueden faltar los fantasmas de Scrooge con la revisitación de la Cançó de Nadal, de Dickens.
Por su parte, Àngel Casas, el presentador de televisión que se descubrió como buen novelista en el 2002 con Fred als peus, propone una lectura analítica de los poemas y las canciones de Navidad. Porque ¿qué son las restolines?, se pregunta el autor sobre esta palabra que aparece en el Fum, fum, fum. Casas recorre con ironía los grandes misterios de la Navidad, como la escatología que define al tió yel caganer, o por qué al niño Jesús, con un frío que pela, no lo tapan con una manta en el belén. También se interroga sobre la confusión sobre El cant dels ocells, un villancico que se usa en los entierros. Y se muestra preocupado por el cambio climático: ahora El desembre congelat “és una enganyifa”.
Casas lo dice claro en la presentación: “En record dels Nadals grisos / (soc home de poca fe) / però sense esperit de revenja / he esguerrat el cançoner”.