El pinchazo de las criptomonedas
LAS criptomonedas han sido víctimas de la burbuja financiera que se había generado en torno a ellas y su valor ha caído en picado. El bitcoin, las más conocida de las setecientas que hay en la red, ha perdido un 83% de su valor. En concreto ha pasado de sus máximos históricos, casi 20.000 dólares, a poco más de 3.000 dólares.
El colapso de estas monedas virtuales, dado que no están muy extendidas, no se ha convertido en un riesgo sistémico. Pero ello no ha impedido que muchos inversores se hayan arruinado en el transcurso del último año. El éxito inicial de las criptomonedas en la red, cuyo valor se multiplicaba día tras día, atrajo a muchas personas ávidas de ganancias fáciles que, luego, han visto como se iban esfumando. Sólo en el 2018 se duplicó el número de usuarios individuales de criptomonedas: de 17 millones a 35 millones en todo el mundo.
El pinchazo de la burbuja de las criptomonedas ya fue avanzado en su día por personajes comoBillGat es y WarrenBuff et, que advirtieron que su operativa es muy semejante ala de las estafa s piramidales. El número uno deJP Morgan, Jamie Dimon, las calificó también de fraude. El anonimato que permite su operativa, y su funcionamiento al margen de cualquier supervisión y regulación, hacen que sean asimismo ideales para encubrir las transacciones entre organizaciones criminales de todo el mundo.
La enorme concentración del mercado de criptomonedas en unos pocos facilita la manipulación de su valor. Una investigación realizada sobre veintitrés millones de cuentas de bitcoin concluyó que la mayoría –ocho de cada diez– tenían menos de cien dólares y, en cambio, sólo 588 cuentas, con más de diez millones de dólares cada una, atesoraban la mayoría de esta criptodivisa.
El sueño de las criptomonedas, que fueron fundadas por expertos informáticos, cuyo nombre se desconoce, ha sufrido un duro golpe. Lo que nació como una forma de populismo digital, como una alternativa al poder financiero tradicional, lejos de la manipulación financiera de los grandes bancos y de los mercados financieros, ha caído víctima de los mismos comportamientos especulativos que intentaba evitar.
El pinchazo de la burbuja de las criptomonedas, sin embargo, no significa su fin. El bitcoin, pese al descalabro sufrido, todavía sigue vigente, con un valor superior al de octubre del 2017. Pese a la gran pérdida de valor que han registrado, las criptomonedas, en mayor o menor medida, seguirán siendo útiles como medio de pago opaco y alternativo, al tiempo que probablemente evolucionarán hacia un sistema más equilibrado. Pero, de momento, sus fragilidades han quedado al descubierto.