Ser fiel, causa de ansiedad en las mujeres
La prevalencia de los trastornos de ansiedad entre las mujeres españolas es del 19,1% mientras que en los hombres este porcentaje es del 8,1%. En prácticamente todos los países europeos las mujeres tienen mayores síntomas de ansiedad, una cuestión que no sólo se explica por la biología sino que en ella pesan y mucho los roles de género preestablecidos. Unos roles que constriñen sin que a veces se pueda percibir desde un principio. Cuanto más se intenta cumplir con estas normas “femeninas”, mayor es la posibilidad de sufrir problemas psicológicos.
Así lo atestigua Marta Aparicio, profesora de la facultad de Psicología de la Universidad Complutense y autora del estudio Influencia de las normas de género femeninas en síntomas de ansiedad en el contexto español. Los resultados de este estudio indican, entre otras cuestiones, que los niveles más altos de ansiedad cognitiva se vinculan con el “cumplimiento” de tres de estas normas de género. Estas son la delgadez, la fidelidad sexual y la inversión en apariencia.
La preocupación por la propia imagen, los esfuerzos por estar delgada y la búsqueda de la perfección física ya se han vinculado en anteriores ocasiones con la generación de una incomodidad interna que puede derivar en ansiedad. Pero en este estudio aparece por primera vez el concepto “fidelidad sexual” relacionado con posibles trastornos psicológicos. Los resultados apuntan que las mujeres que se ajustan a la norma de ser fieles a su pareja, es decir, aquellas que cambian poco de pareja sexual y mantienen relaciones de largo recorrido, sufren más síntomas de ansiedad cognitiva. “Esto puede ser –indican las autoras– por miedo a perder la exclusividad sexual, cuando la pérdida de compromiso e intimidad golpean la relación, las dudas sobre el atractivo”.
Esto no significa que la fidelidad per se sea negativa, sino que se está hablando de normas de género, de las formas en las que presuntamente las mujeres deben socializarse. Marta Aparicio, en conversación con este diario, indica que quienes viven aún con un alto peso de estos roles entienden que las mujeres no han de tener muchas parejas a lo largo de su vida, que es algo mal visto, coartando así la libertad. Mientras que, por lo contrario, cuando se habla de los roles masculinos, sí que aparece como un elemento “positivo” el haber tenido múltiples parejas. Este pensamiento preconcebido, que encorseta, es el que desata el temor a la infidelidad del otro.
Pero el estudio ha de mirarse como un todo, porque los conceptos se interrelacionan, y se analiza el peso en la salud psicológica de la mujer de la adscripción rígida a estas normas, divididas en ocho apartados: ser amable en las relaciones, centrarse en el cuidado de los niños, delgadez, fidelidad sexual, modestia, interés por las relaciones románticas, inversión en apariencia física.
Un cóctel de mandatos de género que puede resultar indigesto y que, tal como señala el estudio, puede incrementar la vulnerabilidad de las mujeres hasta llegar a la ansiedad. La profesora Aparicio señala así la necesidad de hacer frente a esta nueva brecha de género en salud. La mayor o menor adscripción a esta escala, indica, es la que ayuda a predecir la ansiedad aunque evidentemente muchísimas mujeres ya no se adecuan a ellos.
Hay que ir diluyendo los roles, señala la investigadora, porque también hay muchos aspectos que vinculan la feminidad con las emociones que suponen una carga psicológica para las mujeres. Ser amable, comprensible y atenta a las necesidades de los otros en muchas ocasiones se vuelve en contra.
El estudio suma nuevas evidencias a la teoría denominada del estrés de las normas femeninas de género, que vincula los roles tradicionales con una mayor vulnerabilidad de las mujeres. Por ello, Marta Aparicio subraya la necesidad de entender que la ansiedad que sufren muchas mujeres no puede explicarse por factores biológicos sino que hay que entrar a fondo en cómo constriñen los roles y afectan a la salud mental.
Un estudio de la profesora Aparicio vincula el peso de los roles tradicionales con mayor vulnerabilidad
La prevalencia de los trastornos de ansiedad en España es del 19,1% en ellas y del 8,1% en los hombres