El día de Lupe, Lola y Milagros
Castellbisbal es una de las localidades del Vallès agraciadas; tres hermanas simbolizan la alegría de la jornada con su décimo del segundo premio
Aunque el día se levantó muy frío ayer en el Vallès, la fortuna de la lotería de Navidad lo volvió cálido. El Vallès Occidental y, en una pequeña parte, el Oriental han sido las comarcas más agraciadas de Catalunya en el sorteo extraordinario. El gordo, el 03347, cayó muy repartido. En Sabadell, Sant Quirze del Vallès, Terrassa, Cardedeu, Granollers y Sant Feliu de Codines, entre otras localidades. El segundo premio, el 21.015 –dotado con 1,25 millones de euros a la serie– salió a las 9.30 de la mañana y recayó, en parte, en Castellbisbal. Y uno de los quintos también tocó a Sabadell, Rubí y Cerdanyola del Vallès. La cruz se la llevó la administración de lotería número 5 de Ripollet. Su lotera, Silvia Turmo, devolvió la noche del viernes las 15 series agraciadas con el cuarto premio, el 67.774, y tres millones de euros, al no vender ningún billete.
En la única administración de Castellbisbal, una ciudad de 12.000 habitantes, la lotera Pèrsida Pastallé despachó por ventanilla 1.250.000 euros del citado número. “No nos lo creíamos”, comentaba ilusionada su madre, Joana Milià, mientras Pastallé atendía a una decena de medios de comunicación a la puerta de este establecimiento que abrió sus puertas hace 31 años. “El número 15 es una terminación muy buscada entre nuestros clientes habituales, gusta mucho. También nos piden décimos acabados en 14, que siempre tenemos... Lo curioso es que desde la administración de Almansa nos pidieron un número que sólo teníamos nosotras y, como intercambio, nos dieron esta serie, que finalmente ha sido ganadora”, detalló la lotera, emocionada, que el año pasado ya vendió un décimo de un quinto premio de este mismo sorteo navideño.
Al filo del mediodía, la calle Pi i Margall se convirtió en una algarabía sonora. Bandas de batucada –de un encuentro que no tenía que ver con la lotería– caldearon el ambiente con un ritmo atronador. Mientras, dos de las afortunadas , las hermanas Lupe y Lola Padilla (faltaba la tercera, Milagros), gritaban, saltaban, reían y lloraban al descubrir que tenían un décimo ganador del segundo premio. “Es como si nos hubiese tocado el gordo, porque nunca he ganado nada. Lo repartimos entre las tres y nos tocarán unos 35.000 euros limpios a cada una, tras el pellizco de Hacienda”, exclamaba Lupe. “Tengo tres hijos: uno se acaba de comprar un piso y lo ayudaré en lo que pueda, mi hija tendrá coche nuevo, y el tercero, que se compre lo que quiera”, detalló. Su hermana Lola aseguró que pagará “un viaje a Eurodisney a mis hijos y nietos”. ¿Y usted, no se hará un regalo?, le preguntamos. “Ya me he comprometido con los vecinos para preparar una barbacoa”, aseguró. Su hija, Mari Carmen, estaba cursando un máster en Barcelona cuando, por el grupo familiar de WhatsApp, su madre la avisó del regalo. “He venido volando cuando lo he sabido. El profesor me ha dejado salir, muy contento por mí”, apuntó, entre risas y lágrimas.
En Sabadell, la librería Costa del barrio de Can Rull vendió cuatro
décimos por terminal del gordo, lo que supone un total de 1,6 millones de euros. Los dueños, Sonia Costa y José Ramos, explicaban que sabían que “algún día daríamos un premio grande”, pero que era la primera vez que daban uno “con tantos ceros”. Costa detalló que anteriormente “había dado 78.000 y 42.000 euros en otras rifas y un pleno al 15”, desde este punto de venta mixto.