La Vanguardia

Paseo blanco en Abu Dabi

El Madrid golea con facilidad al modesto Al Ain y suma su tercer Mundial consecutiv­o

- CARLOS NOVO

El Real Madrid se llevó el Mundial de clubs, su tercero consecutiv­o, ante un Al Ain tan animoso como limitado. Solari ganó su primer título, lo que ampliará su margen de tranquilid­ad ahora que Mourinho anda otra vez suelto. El torneo de Abu Dabi ha sido un remanso de paz para los blancos tras los sufrimient­os ligueros ante el Huesca y el Rayo. Si la semifinal ante el Kashima fue poco más que un paseo, la final no tuvo mucha más exigencia. Desde el primer momento el Al Ain se replegó en su campo y se jugó su suerte en pelotazos largos buscando pillar descolocad­a a la defensa blanca. Su jugador de más calidad, el brasileño Caio, apenas tuvo peso en el juego y perdió su mejor ocasión, un mano a mano con Courtois, a falta de un cuarto de hora. Su delantero sueco, Marcus Berg, no tocó balón.

El Madrid jugó con el once de gala de Solari, que a estas alturas está muy claro. Isco fue suplente y no jugó ni un minuto. El Madrid no empezó demasiado bien porque concedió alguna oportunida­d, sobre todo en una cesión horrorosa hacia atrás de Marcelo, que ahora mismo es una bomba de relojería en las dos áreas. El Shahat se fue de Courtois pero no marcó porque Ramos apareció como un cohete para sacar el balón con el pie sobre la raya. El capitán jugó un excelente partido, sin ninguna de sus extravagan­cias, y durante los 90 minutos fue muy pitado por el público árabe, que le afeaba así la lesión al egipcio Salah en la final de la Champions en Kiev.

Ante la táctica conservado­ra del equipo local, el Madrid dispuso del balón a placer. Su posesión suque peró en fases el 70%. Como le suele pasar, al equipo de Solari le faltó moverlo con más velocidad en los últimos metros para desbordar al rival. Con todo, el gol se veía venir en cualquier momento porque el Al Ain estaba tan encerrado que podía ser víctima de la calidad individual del Madrid. El tanto llegó pronto, a los trece minutos, en un lanzamient­o de Modric desde fuera del área que cogió la rosca necesaria para superar la estirada del portero. Modric es el francotira­dor del equipo. De sus 14 goles, doce han sido desde fuera del área.

El 1-0 dejó bastante descolocad­o al Al Ain, que sufrió mucho durante el siguiente cuarto de hora y endureció su juego, lo que el árbitro estadounid­ense dejó pasar por alto en una actuación caserilla.

Pudo resolver el partido en dicho periodo el Madrid pero no lo consiguió porque acusó falta de puntería. No fue por ocasiones. Bale,Vázquez y Benzema tuvieron las más claras pero ninguno de ellos estuvo preciso.

La segunda parte comenzó igual. Con un solo gol de desventaja, el Al Ain sentía que estaba dentro del partido y que no era cuestión de arriesgar. Su problema es el Madrid rondaba tanto el gol que parecía muy difícil que este no acabase de caer.

De hecho, en este segundo acto Bale comenzó por fin a dar señales de vida. A los cinco minutos intentó una chilena muy similar a su primer gol en Kiev y el balón se le fue alto por muy poco. Fue un aviso. Al cuarto de hora llegó el segundo gol, el que daba carpetazo al trofeo. Lo marcaba Llorente, un jugador que ahora mismo es uno de los puntales del equipo. Sacó un corner Kroos, Ramos cabeceó hacia atrás y el sobrino nieto de Gento pegó un latigazo desde fuera del área que el portero ni la olió.

Derrumbado el Al Ain, llegó el tercero en un cabezazo de Ramos a la salida de otro córner. Su celebració­n fue un cúmulo de gestos

GENIO Y FIGURA

Ramos fue pitado todo el partido, marcó un gol, se encaró con el público y lo celebró abrazando a Isco

simbólicos: se llevó la mano a la oreja repetidas veces para echarle en cara al público sus silbidos y corrió hasta el fondo para darle un abrazo sentido a Isco. Quizás esto no habrá gustado mucho a Solari.

Ya estaba todo resuelto y el Al Ain encontró el gol del honor en un cabezazo de Shiotani. No acabó ahí el juego porque faltaba que se sumara a la fiesta Vinicius, que entró como siempre: dispuesto a lucirse. En su segunda internada provocó un autogol de Nader, que alojó en su propia red un centro del joven brasileño. Los autogoles son por ahora la especialid­ad de Vinicius. Ya lleva dos.

 ?? MAHMOUD KHALED / EFE ?? Sergio Ramos sostiene el trofeo mientras la plantilla del Real Madrid celebra su título, ayer en Abu Dabi
MAHMOUD KHALED / EFE Sergio Ramos sostiene el trofeo mientras la plantilla del Real Madrid celebra su título, ayer en Abu Dabi

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