Alianza inestable
El presidente norteamericano pacta con Erdogan coordinar el repliegue
El presidente francés, Emmanuel Macron, está irritado con su homólogo estadounidense, Donald Trump, por su inopinada decisión de retirar a las tropas norteamericanas de Siria sin advertir a sus aliados.
Emmanuel Macron está irritado con Donald Trump por su inopinada decisión de retirar a las tropas norteamericanas de Siria sin advertir a sus aliados. El presidente francés aseguró ayer que lamenta “muy profundamente” la retirada decidida por el presidente de Estados Unidos y sugirió que éste no es precisamente muy de fiar al subrayar que “un aliado debe ser fiable, debe coordinarse con los demás aliados”. Justamente lo que Trump no ha hecho. Ni en Siria, ni en Afganistán.
“Ser aliado significa combatir hombro con hombro, es lo más importante para un jefe de Estado y un jefe de las Fuerzas Armadas”, remachó Macron, quien no se abstuvo de “rendir homenaje” al dimisionario secretario estadounidense de Defensa, el general Jim Mattis, de quien valoró –las comparaciones son odiosas– que él sí demostró ser “un interlocutor fiable”. En su carta de renuncia dirigida al presidente, Mattis remarcaba justamente la necesidad de que EE.UU. cuide sus actuales alianzas y trate a sus aliados con el debido “respeto”.
Macron hizo estas consideraciones en el transcurso de una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Chad, Idris Deby, en Yamena, donde el sábado por la noche el presidente francés cenó con miembros del centro de mando táctico de la operación Barkhane en la capital chadiana. La operación Barkhane, llevada a cabo por una fuerza militar de unos 4.500 soldados, tiene como misión combatir a los grupos yihadistas desplegados en el Sahel, particularmente en Mali.
La imprevista decisión de Donald Trump de retirar las tropas estadounidenses –unos 2.000 soldados– de Siria, alegando que el Estado Islámico (EI) ya ha sido derrotado, ha descolocado a todo el mundo, a sus aliados (Francia, Reino Unido y Alemania) y a sus adversarios, al partido republicano y a su propia Administración. El jefe del Pentágono, Jim Mattis, presentó su dimisión en desacuerdo con tal decisión. Y a su renuncia ha seguido la del representante especial de EE.UU. en la coalición internacional contra el EI, Brett McGurk.
La retirada de EE.UU. puede dejar desprotegidos a sus aliados kurdos de las Fuerzas Democráticas Sirias, que arrebataron al EI una importante
El presidente francés elogia al dimisionario general Mattis y pide que no se abandone a los kurdos
porción de territorio en el norte de Siria. Turquía, que ve con enorme suspicacia la posibilidad de que se consolide una entidad kurda al otro lado de la frontera y se convierta en un foco de desestabilización, podría lanzar una ofensiva militar contra los kurdos. De hecho, medios sirios y turcos habrían advertido ya, según AP, movimientos de tropas turcas en dirección a Manbij, donde los militares de EE.UU. tienen su base. Macron advirtió que no hay que abandonar a los kurdos: “Les pido a todos que no olviden lo que les debemos”.
No parece que Trump vaya a escucharle tampoco esta vez. En un tuit, el presidente de EE.UU. informó de que había mantenido una conversación telefónica con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en la que se comprometió a realizar un repliegue “lento y extremadamente coordinado”. Justamente es lo que habían pedido ayer mismo las milicias de la oposición siria aliadas de Ankara, temerosas de que la retirada sea aprovechada por el régimen de Bashar el Asad, a quien podrían acercarse los kurdos en busca de protección.