El invierno se acerca...
BARCELONA
…y viene tempestuoso en cuanto a seguridad. Recogemos de los vientos sembrados en nuestros juegos de tronos. Denuncio una maleta sospechosa. La joven a cargo sólo se preocupa de si el bulto está abajo (su reino) o arriba (el reino de otros). Por suerte, no hay que evacuar. Sería imposible; los improvisados bazares bloquean todo trasiego urgente de viajeros. Hebillazos a un turista por pisar una sábana. Ya no llevo el querido reloj regalo de mi mujer. Los especialistas en arrancar cronográfos me han convencido. Evito zonas encantadoras por no presenciar trapicheos, jeringuillas y lodos que había olvidado. Leo y oigo letanías de causas. Los efectivos están dedicados al terrorismo. Las jurisdicciones tienen tierras de nadie. Entes lejanos retienen recursos y ocultan informaciones. La inseguridad nos divide. Y nos conquista.
PARÍS
“¿Con qué derecho el lobo juzga al león?”, cuestiona un Lannister. París tampoco es la mejor práctica de seguridad. Zarpazos terroristas, barriadas desaconsejables, tumultos violentos. Aún así, vemos buenas prácticas. Los procedimientos se ejecutan con diligencia. Los objetos dudosos se explosionan sin dilación. Las zonas evacuables (estaciones) están expeditas.
Bolardos por doquier.
La reacción ante robos con violencia es inmediata, contundente, musculosa. El ejército apoya en la vigilancia antiterrorista y deja a la policía tiempo para actuar en seguridad ciudadana. La visión de paracaidistas y legionarios patrullando conforta a muchos parisinos. las responsabilidades se ejercen y se asumen. Las dejaciones y errores se saldan con dimisiones. Los debates parlamentarios y la prensa son inclementes con las negligencias.
‘TO DO’
“El caos no es un pozo, es una escalera”, nos enseña Lord Petyr Baelish. Hemos de remontarla. Barcelona ya ha salido de esto, ¿recuerdan los 80? Heroína, atracos, navajas, bombas. Perdimos barrios y sonrisas. Acciones conjuntas rompieron el círculo vicioso. La colaboración ciudadana, ejemplar. La prensa, decisiva. Retomemos la iniciativa. Exijamos cohesión a nuestros tronos. La seguridad es poco opinable. Denunciemos los riesgos y a sus responsables (la estación de Catalunya;
Bomberos, Protección Civil… ¿quién?) Reclamemos reacciones ante negligencias (bolardos de la Rambla… ¿quién? No nos ruboricemos por pedir ayuda. El Ejército, eficaz contra el terrorismo en Mali, ¿podría ayudar en vigilancias para que mossos y urbanos actúen más en la calle? Como dice Syrio: “…sólo hay una cosa que decirle a la muerte: hoy no”
NO LLEVO RELOJ. ESPECIALISTAS EN ARRANCAR CRONÓGRAFOS ME HAN CONVENCIDO
LA VISIÓN DE PARACAIDISTAS PATRULLANDO CONFORTA A LOS PARISINOS
EXIJAMOS COHESIÓN. LA SEGURIDAD ES POCO OPINABLE