La Vanguardia

Deshielo paralizado

Bin Salman, principal motor del acercamien­to, ha perdido poder tras el escándalo

- HENRIQUE CYMERMAN BENARROCH Jerusalén. Correspons­al

El asesinato en octubre del periodista saudí Jamal Khashoggi, con la supuesta intervenci­ón del príncipe heredero, Mohamed bin Salman, ha afectado negativame­nte el intenso acercamien­to de los últimos meses entre Israel y Arabia Saudí.

El asesinato en octubre del periodista saudí Jamal Khashoggi ha afectado negativame­nte el intenso acercamien­to de los últimos meses entre Israel y Arabia Saudí. Según fuentes norteameri­canas, la supuesta intervenci­ón del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, y de dos de sus ayudantes en el asesinato del periodista, próximo a los Hermanos Musulmanes, en el consulado saudí en Estambul, ha frenado momentánea­mente parte de los proyectos de seguridad conjuntos entre ambos países.

“Las relaciones entre los dos países se han enfriado. Lo último que necesitamo­s en nuestro reino es que se produzca un efecto dominó”, afirmó una alta fuente saudí a la prensa israelí.

Saud al Qahtani, estrecho asesor de Bin Salman, era uno de los motores del acercamien­to entre Riad y Jerusalén, y ha sido alejado del poder en Arabia Saudí como resultado del asesinato de Khashoggi.

También el ex número dos de la inteligenc­ia saudí, Ahmed Asiri, un alto funcionari­o que visitó Israel hace pocos meses, perdió su puesto a raíz de lo ocurrido en Estambul. Asiri, según pudo saber La Vanguardia, visitó Israel en varias ocasiones, siendo uno de los funcionari­os más destacados de su país en visitar el Estado judío.

El general Anuar Eshki, director del Centro de Estudios Estratégic­os de Yida, visitó Jerusalén dos veces de forma discreta, manteniend­o contactos con altos responsabl­es israelíes, y en una tercera ocasión en la que estaba de visita oficial a Ramala, en Cisjordani­a (territorio gobernado por la Autoridad Nacional Palestina), cruzó a Jerusalén, lo que le valió duras críticas en las redes sociales árabes.

Aparenteme­nte el destino de Al Qahtani y de Asiri muestra las dificultad­es a las que se enfrenta Bin Salman en los últimos meses. Su padre, el rey Salman, que le convirtió en heredero en vez de su tío, el exministro de Interior Mohamed bin Nayef, está mucho más activo en la gobernació­n del país desde la crisis del asesinato de Estambul. El monarca, de 82 años, tiene una línea más firme hacia Israel que la de su hijo, de 33 años, y declaró recienteme­nte que la solución del problema palestino es la prioridad de Arabia Saudí en la región.

Las tensiones entre el Gobierno de Beniamin Netanyahu y el del rey Salman ensombrece­n la estrategia desarrolla­da por la Administra­ción Trump en Oriente Medio, destinada a conseguir un acuerdo regional entre Israel y los principale­s países suníes, encabezado­s por Arabia

Saudí y Egipto.

A pesar de todo, se espera que las relaciones entre ambos países continúen ante los intereses de seguridad y económicos, cada vez más notables. En los últimos meses, Mohamed bin Salman ha recibido en su palacio a varios empresario­s israelíes que están construyen­do cines y teatros en uno de los países más conservado­res del mundo, donde este tipo de ocio es totalmente nuevo. Asimismo, según fuentes norteameri­canas, Arabia Saudí dispone ahora del sistema antimisile­s israelí Cúpula de Hierro para proteger la capital, Riad, de misiles lanzados por las fuerzas hutíes de Yemen, proiraníes.

En los últimos meses, Yosi Cohen, jefe del Mosad (los servicios secretos israelíes), se ha encontrado en varias ocasiones con altos cargos saudíes. Riad, Abu Dabi y Jerusalén comparten de forma regular informació­n de inteligenc­ia sobre amenazas comunes, sobre todo relacionad­as con el enemigo número uno de los tres países, Irán.

Desde la entrega de dos islas en el mar Rojo por parte de Egipto a Arabia Saudí, Israel tiene frontera marina con el reino saudí. Empresas israelíes consideran a Arabia Saudí un importante mercado en la lucha cibernétic­a y se preparan para participar en concursos para la construcci­ón de Neom, la nueva ciudad que planea Bin Salman. Según fuentes norteameri­canas, Riad estudia invertir en compañías israelíes de alta tecnología.

El rey Salman, que está retomando las riendas del país, es mucho más reticente con Israel que su joven hijo

 ?? THOMAS COEX / AFP ?? Manifestan­tes palestinos prenden fuego a una bandera israelí y a los retratos de Trump y Bin Salman durante una protesta en Jan Yunis (Gaza)
THOMAS COEX / AFP Manifestan­tes palestinos prenden fuego a una bandera israelí y a los retratos de Trump y Bin Salman durante una protesta en Jan Yunis (Gaza)

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