Siete años más de cárcel para Nawaz Sharif, ex primer ministro pakistaní
El ex primer ministro pakistaní Nawaz Sharif fue condenado el lunes a siete años de cárcel por no dar explicaciones sobre la propiedad de una fábrica de acero, e ingresó en prisión poco después, al cabo de cinco meses de ser condenado a diez años en otro caso por corrupción.
El juez del Ente de Responsabilidad Nacional (NAB, órgano anticorrupción) Arshad Malik condenó a Sharif a siete años y una multa de dos millones y medio de dólares al considerar que la empresa Al Azizia Steel Mills, a nombre de uno de sus hijos en Arabia Saudí, es de su propiedad y no ha podido demostrar cómo financió ese proyecto. Al mismo tiempo, el juez le declaró inocente en otro caso relacionado con una compañía de inversiones en el Reino Unido.
El anuncio de la sentencia se produjo entre fuertes medidas de seguridad, con unos 1.200 efectivos de la policía alrededor del juzgado, lo que no evitó un enfrentamiento con unos 500 seguidores de Sharif, que trataban de llegar al tribunal. El también ex primer ministro Shahid Khaqan Abbasi, de la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N), el partido de Nawaz, afirmó que recurrirá la sentencia. “Todo el mundo sabe quién está detrás de la decisión”, afirmó en aparente referencia al poderoso ejército pakistaní, que ha gobernado el país la mitad de su historia y al que se enfrentó Sharif en su último mandato antes de ser inhabilitado en el 2017.
La hija de Sharif, Maryam, quien fue condenada a siete años de cárcel en otro caso de corrupción, afirmó en Twitter que la sentencia es una “venganza ciega” contra su padre. Sharif, de 68 años, fue inhabilitado por el Tribunal Supremo por no desvelar un sueldo que recibió de una empresa de un hijo, una irregularidad desvelada tras la publicación de los Papeles de Panamá. Esos documentos revelaron que tres de los cuatro hijos de Sharif crearon compañías en las Islas Vírgenes británicas con las que controlaban propiedades en Londres, lo que llevó al Supremo a poner en marcha un investigación tras un año de protestas de la oposición.
La investigación reveló además la existencia de la empresa AlAzizia Steel Mills en Arabia Saudí y la compañía de inversiones en el Reino Unido, y el Supremo ordenó la apertura de tres casos judiciales contra el político.
En julio de este año, poco antes de las elecciones generales que perdió el partido de Sharif, este fue condenado a 10 años de cárcel por la propiedad de los pisos en Londres, y a siete años de prisión su hija, Maryam.