La Vanguardia

Edu, un hombre valiente

El crimen de un vecino de Baró de Viver moviliza al pequeño barrio, que durante años ha sufrido las amenazas de la familia del asesino

- MAYKA NAVARRO

Baró de Viver es uno de los barrios más pequeños de Barcelona. Y la especial estructura en círculo de los bloques de viviendas de ladrillo visto, que en su día realojaron a la familias que vivían en las casas baratas, obliga a cruzarte, quieras o no, hasta con tus peores enemigos. Edu, el cuello pato como le conocían desde pequeño, era un hombre de gran envergadur­a que nunca se amedrentó ante las amenazas de Pedro, miembro de

los Pistolas, una familia tan conflictiv­a que en su día ya les echaron de Can Tunis. Tras años de amenazas cruzadas y denuncias, el sábado Pedro mató a Edu disparándo­le por la espalda. Junto a las escaleras donde fue abatido, sus amigos, sus vecinos, el barrio entero, depositaro­n el lunes flores y velas esperando que los Mossos detengan al asesino.

La comisaría de la policía está a quince minutos a pie desde Baró de Viver. Desde el inspector hasta el último patrullero todos conocían a Edu y también a Pedro. El viernes, la víctima acudió con su padre a denunciar de nuevo a su enemigo. Llegó más preocupado que de costumbre. Horas antes, los dos homdefiend­e bres se habían vuelto a pelear y Edu propinó un puñetazo a Pedro. “Era de los pocos que tenía la valentía de plantarle cara. No le tenía miedo. El resto miramos siempre a otro lado para evitar problemas”, reconocía el lunes uno de sus amigos.

Pareja de Pilar, también del barrio de toda la vida, y padre de una niña pequeña, Edu llevaba un tiempo preocupado por ellas. Lo último que soltó Pedro por su boca era que violaría a su mujer y que les haría daño. Por protegerla­s quiso denunciar en comisaría. Una de sus amigas, Isabel, con la que compartía cada mañana en el bar de su primo el autodefini­do de El Periódico de Catalunya,

le pidió horas antes que no se complicara la vida y lo dejara estar. “Pero estaba más asustado que nunca”, recordaba el lunes la mujer, que guarda en su casa “como un tesoro” el último pasatiempo hecho a cuatro manos con su amigo.

Los Mossos acudieron el sábado al barrio y se acercaron hasta la casa de Pedro. Hablaron con él, con su mujer, con un hermano y con el padre. Ya habían estado el viernes, el jueves y tantas otras muchas veces. “Si hubieran entrado en la casa y le hubieran detenido por amenazar a Edu de muerte, segurament­e su asesinato se habría evitado”, se lamentaba otro vecino. La policía se recordando que llevaba meses, años, trabajando con las patrullas de proximidad y de mediación con los dos vecinos para tratar de reconducir la situación. Entre otras cosas porque se trataba de una enemistad enquistada, de la que ambos ya ni recordaban cmo había empezado.

Hace un tiempo, y por recomendac­ión de su familia, Edu ya se quitó de en medio y se trasladó un tiempo a vivir con una hermana fuera de Baró de Viver. La distancia calmó las aguas, pero en cuanto el hombre regresó al barrio se sucedieron de nuevo los enfrentami­entos. En la comisaría de los Mossos se buscó la interlocuc­ión de familiares que Pedro tiene en la Mina y en Bon Pastor, pero se encontraro­n con una negativa. “Nadie quiso dar la cara por ellos”, explican varios interlocut­ores al corriente de todos aquellos intentos de mediación.

Desde hace un tiempo, el distrito de Sant Andreu había movilizado a su equipo de mediación de conflictos para tratar de mejorar la convivenci­a entre las dos familias. Los cuatro tiros por la espalda terminaron el sábado con cualquier intento. El altar improvisad­o con flores y velas levantado donde fue asesinado Edu, reúne desde el crimen al pequeño barrio. Entre lágrimas e impotencia exigen justicia y más atención social y policial en este rincón especial, pequeño, de gente muy humilde, pero ejemplo de una convivenci­a ejemplar.

Frente al lugar en el que fue asesinado, en el local del equipo de fútbol, Edu pintó hace un par de años el escudo del club en la pared. Esas manos con las que se defendía, con las que ganó varios campeonato­s de lucha grecorroma­na, eran precisas cuando se ponía a pintar y dibujar. “Le mataron por valiente, porque la mitad de las veces se enfrentaba a ellos por defenderno­s al resto”, lamentaban sus amigos.

Los vecinos esperan que los Mossos no tarden en detener a Pedro, el autor del asesinato de Edu

 ?? MAYKA NAVARRO ?? Altar improvisad­o en el punto de la plaza de Baró de Viver en el que fue asesinado Edu el pasado sábado
MAYKA NAVARRO Altar improvisad­o en el punto de la plaza de Baró de Viver en el que fue asesinado Edu el pasado sábado

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