El vino catalán “progresa adecuadamente”
Los especialistas del sector reconocen una presencia mayor en los restaurantes pero apuntan que aún hay camino por recorrer
Desde el Institut Català de la Vinya y el Vi de la Generalitat, desde la DO Catalunya o desde la patronal Associació Vinícola Catalana ya hace tiempo que se trabaja para mejorar la presencia de los vinos catalanes en las cartas de los restaurantes de Catalunya, donde se refuerza la tendencia en los últimos años a ganar cuota de mercado de las denominaciones de origen catalanas en detrimento de las grandes competidoras españolas. En este sentido, el presidente de la patronal de los vinos tranquilos, Valentí Roqueta, dice que la oferta de vinos y cavas catalanes “progresa adecuadamente”.
Roqueta reconoce que “nos queda camino por recorrer, pero iniciativas como los premios Cartavi han ayudado a concienciar ya de que la columna vertebral de una carta tienen que ser los vinos de proximidad”. El presidente de la patronal añade que “hay que dar a conocer al cliente que nos visita nuestro territorio, y una buena manera de hacerlo es a través de los vinos”.
El miembro del equipo directivo y socio de la cooperativa Agrícola San Josep de Bot, Jaume Martí, destaca el gran déficit que hay de vino catalán en los restaurantes catalanes. “Este déficit no es tanto porque no tengan ningún vino catalán, cosa que ya no sucede ahora tanto como antes”, apunta. Martí cree que “todavía hay margen de mejora pero el principal déficit que hay es el de la calidad de la oferta. Observamos un gran desfase entre la calidad gastronómica y la vinícola. Procuran hacer unos buenos platos y trabajar tanto el producto como las cocciones o las presentaciones pero después ves la carta y no hay vinos pensados para este nivel gastronómico ni propuestas de maridaje”.
El sumiller Ferran Centelles, de El Bulli Lab y colaborador de la crítica Jancis Robinson, ve con optimismo la evolución del vino catalán. Afirma que “cada vez veo más, aunque estamos muy lejos de otras zonas de vinos. Por ejemplo, los restaurantes de Rioja basan su oferta en Rioja o los gallegos, en Galicia. Nosotros no estamos a este nivel”.
Xavier Ayala, sumiller del restaurante Can Jubany, es de la opinión de que “cada vez la oferta de vino catalán es mejor gracias al buen trabajo que hacen los elaboradores para buscar la pureza y la originalidad de los vinos de nuestra casa”.
La sumiller Judith Cercós, que regenta el bistrot Les Poulettes Batignolles de París y que acaba de abrir el bar de vinos Poussin en la capital gala, dice que “tengo un restaurante semicatalán en París y vendo mucho vino catalán, pero he tenido que luchar mucho para hacerlo llegar ya que los catalanes no se mueven demasiado para exportar”. El sumiller y propietario del restaurante barcelonés E-tapes, Dídac Montes, cree que hay una buena oferta por parte de los productores. Considera que las cartas y el servicio de vino en los restaurantes “son el reflejo del consumidor”. Por su parte, la sumiller Imma Aleixandri, copropietaria de Licors Monclús de Tortosa, considera que la oferta de vinos catalanes en los restaurantes de casa “empieza a ser muy buena”. Añade que “antes que nada, la gente piensa en tener un abanico de los vinos de proximidad, y eso está muy bien”. Aleixandri destaca que “muchos de los restaurantes, no todos, empiezan a aplicar precios módicos y no disparados en los vinos, lo que permite poder disfrutarlos mejor”.
Jose Gallego, del restaurante Marejol de Vilanova i la Geltrú, afirma que “en nuestro país hay elaboradores que hacen grandes vinos, de primer nivel mundial”. Opina que el incremento de la calidad de los vinos catalanes ha hecho que hayan llamado más la atención en los últimos años de los restauradores, sumilleres y responsables de tiendas especializadas”.
Varias voces opinan que el principal déficit se encuentra en la calidad de la oferta
La valoración del factor de la proximidad juega a favor de la obtención de más cuota de mercado