Kim esgrime su arsenal nuclear para obtener concesiones de Trump
El líder de Corea del Norte quiere que EE.UU. levante las sanciones económicas
El líder norcoreano Kim Jong Un esgrimió ayer la “perfección” de su arsenal nuclear y el hecho de que sigue intacto para presionar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigiéndole que levante las sanciones económicas que aún pesan sobre su país.
En su ya tradicional discurso de Año Nuevo, Kim remarcó su compromiso con la desnuclearización de la península de Corea y ofreció que, para conseguir este objetivo, no aumentará su arsenal de armas nucleares. A cambio, sin embargo, espera que Estados Unidos alivie el régimen de sanciones. En caso de que Estados Unidos lo mantenga, Kim dejó claro que Corea del Norte seguirá su propio camino. El líder norcoreano acusó a Trump de “romper sus promesas” y le advirtió de no subestimar “la paciencia del pueblo norcoreano”.
Pyongyang y Washington trabajan en una segunda reunión entre Kim y Trump, y nada le gustaría más al líder norcoreano, que necesita afianzar su imagen como mandatario responsable dispuesto a ocupar un lugar en la comunidad internacional.
Kim habló durante media hora desde un despacho decorado con libros y los retratos de su padre y su abuelo. El traje y la corbata enfatizaban su perfil como líder responsable. El discurso se retransmitió en directo también en Corea del Sur y Kim habló de la necesidad de que las dos Coreas avancen hacia la reunificación al margen de Estados Unidos.
Kim necesita que Trump levante las sanciones para obtener las inversiones internacionales que su economía necesita. Dos tercios del discurso estuvieron dedicados a la economía y la necesidad de aumentar el nivel de vida de los norcoreanos. Restablecer las conexiones ferroviarias con el sur, reabrir el polígono industrial de Kaesong, que funciona con capital surcoreano, y habilitar una zona turística en el monte Kumgang para que los surcoreanos puedan visitarlo son iniciativas que refuerzan la reunificación pero que son inviables mientras se mantengan las sanciones.
Trump exige a Kim la destrucción del arsenal nuclear, algo que el líder norcoreano no piensa hacer a cambio de nada concreto y mientras Estados Unidos mantenga armas atómicas en Corea del Sur.
A favor de Kim juega la cada vez más tirante relación entre Washington y Seúl. Trump está molesto por el déficit comercial con Corea del Sur y exige a su aliado que pague más por la seguridad que Estados Unidos le proporciona.
El líder norcoreano juega la carta de su disposición al diálogo mientras Trump se enroca en un todo o nada. Rusia y China, tal vez incluso Corea del Sur, podrían comprar esta versión de los hechos para presionar a Estados Unidos a que levante las sanciones.
Al ofrecer limitar su arsenal nuclear al que ya tiene, Kim coloca
En su discurso de Año Nuevo, Kim aboga por una reunificación de la península coreana al margen de EE.UU.
la pelota en el tejado de Trump, que sigue exigiendo una desnuclearización completa. Los cohetes norcoreanos, equipados con ojivas atómicas, pueden alcanzar California en menos de una hora.
Del enfrentamiento verbal del 2017, Kim y Trump pasaron al diálogo en el 2018 con una cumbre en Singapur y podrían volver a verse este año.
Lo que más ha trabajado Kim, sin embargo, es la relación con China y, especialmente con Corea del Sur. En su discurso de Año Nuevo habló como un líder de toda Corea, animando a los ciudadanos del norte y del sur a asumir su propio destino, es decir, seguir trabajando en la reunificación sin atender al tutelaje de Estados Unidos y China.