La situación de los 49 migrantes frente a las costas de Malta empeora
Mientras los países europeos siguen en busca de una solución para los 49 migrantes rescatados hace dos semanas, la situación a bordo del Sea-Watch 3 yel Professor Albrecht Penck es más crítica a cada día que pasa. Así lo dijo ayer el médico Frank Dörner, en uno de los barcos, advirtiendo que “ya no se puede descartar que haya vidas en peligro”. Aunque una portavoz de la oenegé alemana Sea-Watch niega las informaciones de que algunos migrantes hayan comenzado una huelga de hambre, sí es cierto que algunos han llegado a rechazar comida como consecuencia del “malestar” que les supone estar casi 20 días embarcados sin respuestas. “Hace 18 días que somos rehenes en el mar de los gobiernos europeos. La situación es tensa, pero al menos todo el mundo ha comenzado a comer”, explicaba ayer la oenegé.
El Sea-Watch 3 rescató el pasado 22 de diciembre a 32 personas en aguas territoriales libias, y el Professor Albrecth Penck, de Sea-Eye, otra organización alemana, a 17 el pasado 29 de diciembre. Ambos barcos se encuentran en aguas maltesas después de que La Valeta les autorizara a resguardarse del temporal, pero no a desembarcar. “Algunos ven esta situación como una verdadera prisión. Conocen las declaraciones de varios países y entienden que Europa no les quiere”, lamentaba la portavoz de Sea-Watch a bordo del buque, Giorgia Linardi.
Malta reiteró ayer que les dejará desembarcar sólo cuando tenga un compromiso “concreto” de otros países europeos para acogerles, tanto a ellos como a otros 249 que ha rescatado durante el mes de diciembre, como señal de “buena voluntad”. Durante este martes se intensificaron los contactos diplomáticos, y La Valeta recibió el ofrecimiento de trasladar a una parte de estos migrantes a países como Alemania –que se abre a acoger 50–, Francia, Holanda o Portugal, pero las ofertas no eran suficientes para llegar al número de personas que Malta reclama. Italia, con Matteo Salvini al frente del Interior, lleva días exigiendo una solución europea y se niega a abrir sus puertos. Por su parte, la Generalitat ofreció anoche los puertos catalanes para recibir a los buques y estaba a la espera de la respuesta del Gobierno.
“Es muy difícil mirarles a la cara y explicarles que Europa ha llegado a este punto”, criticaba Linardi.
La Generalitat ofreció anoche los puertos catalanes para acoger a los migrantes, a la espera del Gobierno