Dimite por sorpresa el rey de Malasia tras su boda con una miss rusa
Mohamed V es uno de los nueve sultanes malasios que se reparten el trono cada cinco años
Por sorpresa, sin dar explicaciones y en medio de un mar de rumores. Así ha sido la renuncia al trono de Malasia de Mohamed V de Kelantan, un monarca que apenas llevaba en el cargo dos de los cinco años que duraba, en teoría, su mandato. Es la primera vez que un rey de esta nación asiática de mayoría musulmana abdica desde que logró su independencia del Reino Unido en 1957.
La decisión de este sultán de 49 años, dada a conocer este domingo en un escueto comunicado, ponía fin a semanas de incertidumbre acerca del futuro de su atribulado reinado. Lo inusual de su gesto y la ausencia de explicaciones desataron las especulaciones sobre hasta qué punto su decisión fue voluntaria o si, más bien, fue empujado
El sultán de Kelantan, de 49 años, se casó hace dos meses con Oksana Voevódina, una miss rusa de 25
–o forzado– a dejar el puesto.
Entre los motivos, se cita la reciente baja médica de más de dos meses para recibir tratamiento por una dolencia no especificada. A este hecho se le suma que, durante ese periodo, el monarca se casó en secreto con la rusa Oksana Voevódina, una joven de 25 años que fue miss Moscú en el 2015. Este enlace tuvo lugar el pasado 22 de noviembre en una lujosa sala de actos cerca de la capital rusa y aunque existen fotos y vídeos, no ha sido confirmado por fuentes oficiales. El sultán, con su misteriosa y repentina boda, podría haber cruzado una línea roja para los sectores más conservadores.
Para terminar de rizar el rizo, era notoria la tirante relación del ya ex jefe del Estado con el nuevo primer ministro del país, el nonagenario Mahatir Mohamad, que rehusó refutar o confirmar ninguno de los rumores existentes. “Desde los gobernantes hasta el primer ministro y los ministros, los funcionarios públicos y los ciudadanos comunes están sujetos a la ley”, escribió la semana pasada el mandatario, al que el monarca tuvo en mayo cinco horas esperando para su juramento del cargo. Los desencuentros de Mahatir con el estamento real vienen de lejos, y suya es la reforma de
la Constitución de 1993 –durante su primera etapa como primer ministro– que eliminó la inmunidad legal para los sultanes y derogó las leyes que impedían criticar al rey.
Sea por un motivo u otro (o una conjunción de todos ellos), lo cierto es que el reinado de Mohamed V ya es historia, y el pasado lunes se anunció que el próximo día 24 de enero se anunciará a su sucesor. Será tras la reunión de la Conferencia de Gobernantes, el cónclave que reúne a los sultanes de los nueve estados malasios monárquicos que, cada cinco años, eligen de entre ellos al “rey de reyes” que reina durante un lustro en Malasia. Eso sí, su poder es limitado y en la mayoría de los casos, su papel es meramente ceremonial, lo que no quita que su figura goce de gran prestigio y respeto entre la mayoría malaya (70% de la población) y musulmana, para la que el monarca es responsable de preservar los valores del islam.
Precisamente, este sistema de monarquía constitucional electiva tan particular le permitirá a Mohamed V seguir siendo el sultán del estado de Kelantan, a cuyo trono accedió en el 2010 después de que su padre fuera incapacitado por problemas de salud. En ese trono le acompañará Oksana Voevódina, hija de un reconocido cirujano ortopedista de Rostov y de una reina rusa de la belleza de los años noventa. Voevódina, que se licenció en Empresariales en Moscú antes de ser coronada miss, ha adoptado el nombre de Rihana, usa hiyab y desde su boda ha bloqueado todas sus cuentas en las redes sociales.