El incendio de Sant Roc destapa un masivo fraude eléctrico
Una inspección detecta pinchazos en uno de cada tres pisos
La compañía Endesa ha abierto 1.589 expedientes de fraude eléctrico en el barrio de Sant Roc de Badalona entre los años 2017 y 2018. Un volumen de contadores manipulados que da una idea de la precariedad energética de los vecinos del barrio badalonés, que por otro lado viene agravada por la actuación de las mafias que ocupan pisos para después alquilarlos a personas sin papeles o con pocos recursos, como era el caso del piso 1.º 2.ª de la avenida Marquès de Montroig, 244, donde se inició el incendio que se cobró tres víctimas mortales el pasado sábado, víspera del día de Reyes.
En Sant Roc habitan unas 13.700 personas en 6.634 viviendas. Los datos antes referidos dan una idea del nivel de fraude eléctrico que
SOBREOCUPACIÓN En la vivienda donde se inició el fuego vivían 15 personas que compartían alquiler
SOSPECHAS FUNDADAS Una inspección en otros bloques detectó pinchazos en dos de cada tres pisos
produce en el barrio, aunque tanto fuentes municipales como de la compañía apuntan que el número de pinchazos ilegales a la red puede ser mucho mayor. A principios del 2017, el gobierno municipal inició un programa social para ayudar a pagar la luz a las viviendas con mayor precariedad del que se beneficiaron 300 pisos.
Endesa, entre el 2017 y el 2018, ha contabilizado 2.747 actuaciones relacionadas con el fraude eléctrico en el barrio de Sant Roc. Estas intervenciones han generado 1.589 expedientes, de los que sólo 33 se relacionan con el cultivo de marihuana en los pisos ocupados. No obstante, se da la circunstancia de que las inspecciones de los técnicos vienen precedidas de una acción policial, por lo que habitualmente los pisos de la droga se desconectan de los servicios pinchados antes de que se presenten los agentes.
En el piso de Sant Roc, se hacinaban quince personas, todas de origen rumano, cuya principal ocupación era la venta ambulante o el comercio de chatarra. Uno de los moradores ha explicado que cuando llegaron a la vivienda sabían que la luz y los suministros estaban pinchados de forma irregular, pero esta era una de las condiciones para asumir el bajo alquiler. Entre todos podían llegar a pagar 400 euros mensuales a las mafias que les habían proporcionado los pisos. Los vecinos, temerosos de estas bandas, no han querido hacer declaraciones.
Un caso similar al de los bloques de Marquès de Montroig provocó a principios del 2017 una actuación policial en los bloques 774 hasta el 794 de la calle Alfonso XII. El operativo respondía a las quejas de los vecinos por los constantes cortes de suministro que sufrían debido a la sobrecarga de las redes por el masivo fraude doméstico y las plantaciones de marihuana en el interior de las viviendas. El 64% de aquellos suministros se encontraban en situación de fraude. Algunos de los vecinos que denunciaron el caso fueron brutalmente agredidos por elementos próximos a las mafias del cultivo de droga en el barrio.
A finales del 2018 la compañía eléctrica procedió a instalar sofisticados equipos en la calle Alfons XII para monitorizar la carga y detectar de forma inmediata el fraude. El operativo se paralizó en espera de la reacción de las autoridades. En el caso de la vivienda en la que se produjo el inicio de las llamas que calcinaron varios pisos superiores, en noviembre del 2017 Endesa ya había detectado anomalías en la línea por manipulación de la red pública. Según los vecinos, el piso estaba desocupado desde el 2008 y había sido ocupado por distintas familias que hasta el año pasado no llamaron la atención. A partir de los datos facilitados por las suministradoras, el gobierno de Badalona pretende elaborar un mapa de fraude eléctrico para tratar, si cabe con operaciones policiales, de paliar este tipo de prácticas ilícitas.