La amenazante llave del sarcófago de Bolívar
Además de la banda presidencial, Nicolás Maduro recibió ayer como atributo de mando el collar con la llave del sarcófago del Libertador Simón Bolívar. Ya con la llave colgada al cuello, Maduro pronunció un discurso plagado de su retórica antiimperialista habitual, defensiva y amenazante al mismo tiempo. Además de EE.UU., el mandatario cargó especialmente contra los doce países latinoamericanos que, además de Canadá, forman parte del Grupo de Lima y que esta semana reiteraron que Maduro “carece de legitimidad”. El mandatario afirmó que “los gobiernos de derecha participantes del cártel de Lima son un cártel que trafica con el derecho internacional” y recordó que hoy acaba el plazo de 48 horas que dio el miércoles a estos países para que “rectifiquen”. En caso contrario, insistió en que adoptará “medidas firmes y contundentes” y a continuación pidió “la comprensión de la comunidad internacional”. Maduro acusó de “intervencionismo” a sus vecinos y aseguró que “nada justifica la agresión contra Venezuela, que tiene una democracia sólida”, aunque reconoció: “Problemas hay; que levante la mano el gobierno que no tiene problemas”. Al inicio de su discurso, el mandatario enumeró y agradeció la presencia de cinco jefes de Estado y de los “altos representantes” –funcionarios de segunda línea– enviados por países como Rusia, China, Irán o Siria, de primeros ministros de islas caribeñas o de los vicepresidentes de Surinam y Turquía.