Trump choca contra el muro
EL presidente Trump mantiene su pulso con el Congreso, donde los republicanos perdieron la mayoría en las recientes elecciones legislativas, para que le autorice la financiación del muro de separación con México, lo que supondría una inversión de 5.700 millones de dólares. Esta fue su gran promesa electoral, que ofreció como la mejor solución para frenar la inmigración ilegal, y está decidido a todo para intentar cumplirla. Incluso afirma estar dispuesto a declarar la situación de emergencia nacional en la frontera sur, lo que le daría poderes extraordinarios suficientes para llevar a cabo la polémica obra. Ello, sin embargo, abriría también una batalla jurídica sobre si eso está realmente justificado.
Los argumentos de Trump para declarar la emergencia nacional y construir el muro con México se basan en la existencia, en su opinión, de una grave crisis humanitaria y de seguridad nacional en la frontera, algo que sin embargo niegan los alcaldes de las principales ciudades de la zona. Pero Trump no ha dudado en recurrir a mentiras como acusar a los inmigrantes irregulares de ser los principales responsables de la delincuencia, los crímenes y el tráfico de drogas.
Demócratas y republicanos coinciden en la gravedad del problema migratorio en la frontera con México, pero difieren en la manera de afrontarlo. Desde el lado demócrata no están dispuestos a permitir que Trump lleve a cabo su proyecto del muro, que para él sería un gran triunfo político, ya que consideran que no es la solución más eficaz, además de ser inmoral y de crear problemas económicos en las ciudades fronterizas.
Trump ha fracasado ya en lograr que México financiase el muro, como inicialmente prometió, y no quiere fracasar una segunda vez. Su malestar por la situación, en la que comprueba que ya no tiene todo el poder, se puso de manifiesto el miércoles cuando, sin mediar palabra, se levantó y abandonó una reunión negociadora con los líderes demócratas del Congreso y del Senado sobre la cuestión. Luego, vía Twitter, dijo que esa reunión era una pérdida de tiempo.
La negativa de los demócratas a autorizar la inversión necesaria para el muro con México tiene el efecto colateral del bloqueo del techo de gasto presupuestario, lo que a su vez ha paralizado la Administración federal desde hace ya casi tres semanas porque no hay fondos para pagar los sueldos de más de 800.000 funcionarios. La afectación que esto supone para el país aconsejaría aplazar el debate sobre la seguridad fronteriza con México y reabrir la Administración federal, pero para Trump esta batalla es clave y no quiere ceder ni un milímetro.