De chico torpe a gurú del sexo
Un joven se convierte en terapeuta sexual de sus compañeros de instituto en ‘Sex education’, la nueva ficción británica de Netflix
Las series de instituto están de moda, y Sex education se suma a ellas en una especie de homenaje a las exitosas películas de los ochenta protagonizadas por adolescentes en pleno despertar del deseo sexual, como Porky’s o La revancha de los novatos .La nueva serie original que hoy estrena Netflix tiene como protagonista a Otis (Asa Butterfield), un chico de secundaria virgen y socialmente torpe que vive con su madre, Jean (Gillian Anderson), una terapeuta sexual.
Rodeado en casa de manuales, vídeos y conversaciones abiertas sobre sexo, Otis es un experto en teoría sexual y un inexperto en práctica. Pero el bagaje acumulado gracias a la actividad profesional de su madre será observado por una ambiciosa compañera de clase que le convencerá para crear juntos una clínica clandestina de terapia sexual para tratar los problemas de sus compañeros de instituto.
Creada y escrita por Laurie Nunn, la serie nació a raíz de un programa de Channel 4 en el que adolescentes acudían a terapia sexual. Fue la semilla a partir de la cual Nunn escribió los guiones con el personaje de Otis en primer plano. La creadora reconoce la influencia de películas nostálgicas de los años ochenta, en especial de las comedias del director y guionista John Hughes, como Todo en un día o El club de los cinco, pero combinado con el toque británico, ya que la producción está rodada y producida en Gran Bretaña.
Sex education, que consta de una primera temporada de ocho capítulos de 50 minutos, está dirigida a una audiencia joven porque su acción transcurre fundamentalmente en un instituto, “aunque este tipo de series gusta también a un público más adulto porque traspasan generaciones ya que todo el mundo recuerda los dolorosos años de la adolescencia”, sostiene Nunn.
El productor ejecutivo y director de los cuatro primeros episodios, Ben Taylor (Catastrophe), destaca que la nueva ficción, aunque ambientada en una high school británica, tiene un tono muy universal, donde ni el tiempo ni el lugar importan demasiado. Cuando leyó la sinopsis, Taylor se sintió atraído inmediatamente por el proyecto porque en el mundo moderno que nos toca vivir, “aunque existe Google, este no tiene la respuesta a todos los problemas”. Google ofrece muchas respuestas técnicas, “pero en algunos temas necesitas hablar con gente y sentir una conexión humana”, afirma. En esa dirección, “no hemos querido hacer una serie muy tecnológica; tenemos conversaciones telefónicas y mensajes de texto pero sobre todo queremos recuperar la conversación y las relaciones humanas”.
Sex education busca ser una serie abierta de miras, positiva y comunicativa. “El mensaje más importante que queremos transmitir es la positividad del sexo y del cuerpo, la importancia de ser honesto y, sobre todo, hacer entender a los jóvenes que es fundamental tener relaciones saludables y hablar más con los amigos y los padres en lugar de mirar internet”.
Aunque la serie contiene escenas sexuales, “nunca son gratuitas”, revela Nunn. “Sirven para desarrollar la trama o a algún personaje; tenemos algunas escenas que son muy divertidas pero nunca son inapropiadas porque es una serie dirigida a gente joven”. Y en ningún caso se pretende animar a los adolescentes a hacer cosas para las que no están preparados, “sino que lo hagan a su ritmo”.
El peso de la serie recae en el joven Asa Butterfield, que ha protagonizado ya tres filmes destacados como El niño con el pijama de rayas, Hugo y El juego de Ender, y Gillian Anderson, la eterna Dana Scully de Expediente X y otros brillantes trabajos televisivos como Grandes esperanzas y The fall. Butterfield reconoce que interpretar a Otis ha sido a veces “un poco incómodo” pero también “muy dulce y divertido” además de interesante por ese viaje que sufre “de ser un chico torpe a convertirse en un gurú del sexo”.
Por su parte, Anderson confiesa no haber hecho nunca un personaje parecido a esta terapeuta sexual pero que le ha encantado “porque es alguien poco convencional, fresco y potencialmente divertido”. Ambos actores destacan que pese a que Sex education es una serie británica tiene un tono muy norteamericano. “Las series de instituto británicas suelen ser grises y depresivas, y en cambio esta es muy colorista”.