Las fronteras del alma
Ali Abbasi explora los límites de lo humano en la fantástica ‘Border’
Tina es una agente de aduanas especial. Tan extraña de aspecto como extraordinaria en cualidades y eficacia, su olfato y su instinto le permiten oler la culpa de quien trata de ocultar algo. Nadie escapa a su invisible detector de traficantes, contrabandistas y delincuentes. Nunca falla. Hasta que aparece un tipo de rasgos similares a los suyos, Vore. Tina sospecha de él, pero se equivoca. Y, una vez aclarado el malentendido, los dos acabarán formando pareja. Una rara pareja de iguales dentro de la diferencia. Su historia en la literalmente fantástica película Border, de estreno hoy en España, sirve al director Ali Abbasi –de origen iraní pero formado en Escandinavia– para componer un misterioso relato que enseguida sugiere interrogantes relacionados con lo que es humano y lo que no; lo que es real y lo que pertenece a la mitología.
El punto de partida es una novela corta del sueco John Ajvide Lindqvist, autor del relato y el guión del aplaudido filme con el Tomas Alfredson triunfó en Sitges hace diez años, Déjame entrar, una bella historia de amor infantil entre un crío acosado en el cole y una niña vampiro.
Abbasi vio en aquella obra “una gran película, no sólo en lo artístico y en lo comercial sino también en esa otra vertiente de exploración de los límites de lo humano”, dice el cineasta en su charla con La Vanguardia. A los dos años de ver la recreación de Alfredson, y después de leer tanto la novela en que se basaba como ese otro libro posterior y más breve, Border, Abbasi se reunió con Lindqvist, y los dos se pusieron de acuerdo para este nuevo largometraje.
En el arranque de la versión cinematográfica de Border, muy diferente en los detalles a la literaria según subraya el director, la vida de Tina y los demás personajes no puede ser más ordinaria, con problemas corrientes y preocupaciones mundanas a más no poder: el trabajo, la casa, las relaciones de pareja... Lo único que no encaja es la peculiar apariencia física y su don para cazar culpables. Abbasi tenía un motivo claro para empezar describiendo una realidad particularmente convencional: “Para que la magia de lo fantástico funcione hay que subrayar lo real y cotidiano. Así el contraste de lo irreal es más fuerte”, aduce.
Cuando se desvela la verdadera naturaleza de Tina, la reflexión sobre las virtudes y los defectos del ser humano surgen de manera natural. Abbasi parte de la base de que “tenemos una visión injusta del género humano; una perspectiva demasiado bonita que olvida que somos animales”. A través de la protagonista, Border ahonda en “las fronteras interiores entre las distintas personalidades que todos albergamos”. Una diversidad que en Tina “se ve muy bien” gracias a su dualidad como ser con rasgos humanos y animales. O de monstruo, aunque no en sentido negativo.
A destacar la actuación de Eva Melander en el papel principal: una interpretación especialmente meritoria teniendo en cuenta la máscara con la que hubo de trabajar, la cual le imponía sesiones de maquillaje de más de cuatro horas. “Aportar tantos matices expresivos y hacerlo además con una cara que no es la suya tiene un enorme mérito”, dice Abbasi.