La familia de una víctima denuncia indefensión
La familia de Josefa Gutiérrez, de 82 años, la única de las tres víctimas del incendio de Badalona que ha sido identificada, ha reaccionado con indignación ante la indefensión y la soledad que han sufrido por parte de las administraciones competentes. Isabel, una de sus dos hijas, ha relatado los momentos posteriores al fallecimiento de su madre. Asegura que “nos hemos sentido abandonadas, no hemos recibido ni una llamada de pésame, ni ningún contacto con los responsables”. Por si el dolor no fuera lastra suficiente, “nadie nos ha informado de lo que teníamos que hacer”. La complejidad burocrática les impidió enterrar a su madre cuando tocaba, a pesar de estar identificada. Visiblemente irritada, la hija aún recuerda el pánico de su madre a salir de casa para que no le sucediera lo que a su vecino, “que le ingresaron por una fractura de fémur y al volver a casa no pudo entrar porque estaba ocupada y se tuvo que marchar”. El miedo era constante, más cuando relatan que quien la debía ayudar, la empresa administradora que gestionaba la comunidad que les asignó Adigsa, la antigua promotora de la Generalitat, les sometía a constantes amenazas para que los cuatro vecinos más antiguos, con más de 53 años en el barrio, se hicieran cargo de todas las derramas para reparar los desperfectos y los impagados. “Llegaron a abonar 300 euros cuando les correspondían 30 euros por piso”. De no hacerlo “les amenazaban con cortar el ascensor”. Las ocupaciones y el fraude eran conocidos por todos, pero el miedo les silenciaba. “Se veían los cables pinchados a los contadores que bajaban desde la 10ª planta y pasaban a 30 centímetros de las puertas. Ahora, presentarán denuncia como acusación particular. “Sólo queremos que la desgracia sirva para hacer justicia”.