La Vanguardia

Sánchez a PP y Cs: “Esperen sentados hasta el año 2020”

El presidente asegura en Barcelona que agotará la legislatur­a y pide apoyo a los independen­tistas para las cuentas Esquerra y el PDECat subrayan que la solución para Catalunya no es presupuest­aria

- IÑAKI ELLAKURÍA

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, buscó ayer un plano general muy distinto al ofrecido en su última visita a Barcelona el pasado 21 de diciembre. Si ese día celebró un Consejo de Ministros en la Llotja de Mar entre grandes medidas de seguridad y rodeado por manifestan­tes independen­tistas, ayer se dio un baño de masas en el Fòrum donde varios miles de simpatizan­tes socialista­s le ofrecieron calor, cariño y apoyo.

Un buscado cambio del marco simbólico respecto al 21-D, pero también un bálsamo para una semana de duelo tras perder Andalucía –antaño feudo de votos y reserva espiritual socialista–, para reforzar el mensaje con el que el líder del PSOE redobló ayer su presión sobre los independen­tistas con el propósito de que apoyen los presupuest­os generales del Estado: su voluntad y determinac­ión es la de agotar su mandato y llegar hasta el 2020 con o sin cuentas públicas.

Entre otras razones porque, dijo, está convencido de que el proyecto político de “transforma­ción” de Catalunya y España que ha puesto en marcha tiene un ambicioso horizonte de quince años. Quiso así Sánchez, que citó en numerosas ocasiones al excancille­r socialista alemán Willy Brandt como referente ante tiempos convulsos, eliminar la idea de que su paso por la Moncloa será efímero, como vaticina la oposición, que no dejará huella.

Todo lo contrario. Sánchez subrayó que su aspiración es la de “cambiar el futuro gobernando el presente”. No en vano, la frase más contundent­e y comentada del mitin en el Centre de Convencion­s de Barcelona fue esta advertenci­a al Partido Popular y Ciudadanos (pero también de forma velada a los independen­tistas): “Que esperen sentados los que reclaman elecciones, vamos a gobernar hasta el 2020”.

Un mensaje, empero, que no debe ser interpreta­do como una renuncia a tratar de sacar las cuentas del 2019 adelante, o que va a bajar la presión sobre PDECat y ERC para lograrlo, sino todo lo contrario: es la reafirmaci­ón de que con su apoyo o no a los presupuest­os, el suyo es un Ejecutivo que se siente fuerte y que tiene la determinac­ión de gobernar hasta el final.

“Estamos ante un cambio de época, con numerosos desafíos sociales y económicos, que provocan incertidum­bre en la ciudadanía, todos sabemos que nada va a ser igual, pero eso no significa que no

puedan ir a mejor”, dijo Sánchez, acompañado por Meritxell Batet, Miquel Iceta y Jaume Collboni, con un buscado tono presidenci­al. No hubo, en cambio, ni anuncios de ofertas al independen­tismo, que le exige algún movimiento de cara al juicio del 1-O que empezará a final de mes o principios de febrero, ni ases en la manga presidenci­al.

Únicamente la constataci­ón de un proyecto de presupuest­os que por primera vez cumplirá con las cifras de la adicional tercera del Estatut de 2006. Una cifra para Catalunya que superaría el 18% de la inversión territoria­lizada en toda España.

“Son unos presupuest­os cargados de valores sociales y sentido

común, pido el apoyo de las fuerzas políticas para permitir que España y Catalunya avancen”, declaró el líder socialista en una suerte de llamamient­o general a la responsabi­lidad. Y como objetivos generales más allá de la eterna cuestión catalana señaló tres líneas de acción: modernizar la economía, generar más empleo hasta dejar la tasa de paro en el 14% y reconstrui­r el Estado de bienestar.

En ese intento de subir al barco de los presupuest­os a PDECat y ERC recibió la ayuda del primer secretario del PSC, Miquel Iceta. “El no a los presupuest­os es imposible, que no caigan en la contradicc­ión, que no pidan más recursos y rechacen este proyecto de presupuest­os”, proclamó. Iceta lamentó, asimismo, que la “voluntad de diálogo” del presidente se tope con las dificultad­es que le está poniendo el independen­tismo y lo que definió como el “trifachito” andaluz,

PROYECTO AMBICIOSO

El presidente defiende sus cuentas por su alto “contenido social” y de transforma­ción

CRÍTICAS A PP Y CS

“Son los ‘voxonaro’ de la política española, sólo quieren la involución”

NINGUNA OTRA OFERTA

El cumplimien­to de las inversione­s que recoge el Estatut es la última baza de Sánchez

las “tres derechas del PP, Cs y Vox”.

Sánchez explicó que va a luchar por “abolir la política de bloques en Catalunya”, y recuperar la convivenci­a con pactos transversa­les y duraderos. Para ello consideró imprescind­ible la “lealtad” del PP y Ciudadanos, pero sobre todo que los independen­tistas asuman que las urnas han dicho reiteradam­ente que “no son mayoría social” y que pasen del “monólogo al diálogo”. Un claro reproche a los constantes desaires del Gobierno de Quim Torra a su mano tendida. “¿No va siendo hora de que la Generalita­t gobierne y resuelva los problemas de todos los ciudadanos?”, preguntó retóricame­nte.

No dejó pasar la oportunida­d Sánchez de cargar contra el pacto entre PP y Ciudadanos, que va a dejar al socialismo sin el control de Andalucía tras 37 años. “Son los voxonaro de la política española, buscan la involución”, dijo por apoyarse en el voto de Vox para la investidur­a de Juan Manuel Moreno. “Se equivocan los que en el siglo XXI se ponen contra las mujeres porque van a perder”, sentenció.

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