Manteniendo el tono bien alto

Los cántabros Deltonos vienen marcando eso, el tono, de un modo u otro en la escena roquera española desde que comenzaron a dar tralla en 1986. Es necesario en ocasiones como la actual, en pleno cambio de coyuntura gustativa y de modo de consumir música, recordar singladuras sonoras de peso específico en su día y que siguen ofreciendo buena materia prima. En sus albores el invento tenía formato de trío y ya al frente del mismo se encontraba la formidable guitarra de Hendrik Röver. Como suele decirse, mucha agua ha caído desde aquel entonces, la banda pasó por variados trances, pero el caso es que sigue exhibiendo músculo y un estado de forma magnífico.

Convertido en cuarteto desde hace ya tiempo –desde el Sólido de 2003– el citado Röver es el único miembro original y ello quizá sea determinante en un sonido que sigue orillando la tradición roquera, apostando tanto entonces como ahora por otras influencias como el r&b y que no ha caído en la tentación de cantar en inglés, por ejemplo. Esta querencia por las rítmicas de no estrictamente roqueros la fueron desarrollando con el pasado de años y discos, ofreciendo sabrosas dosis de pop acerado, de funk, de ritmos meridionales o, especialmente, de guiños en ocasiones bastante evidentes a la americana. Nada de ello ha sido obstáculo, sin embargo, para que en este Fuego manden la tralla guitarrera (de Röver y de Fernando Macaya), el retorno a las esencias sonoras de los inicios y las canciones críticas del presente (Majestad, Vergüenza).