Nadal regresa con victoria, Murray cae ante Bautista
El balear estrena saque para ganar cuatro meses después
Melbourne vivió ayer la cara y la cruz de una generación de tenistas –posiblemente los representantes de la edad de oro de este deporte– que se resisten a dejar las pistas pese a las lesiones, consecuencia de una competitividad desmedida. Rafa Nadal y Andy Murray, dos ex número 1, fueron ayer las dos caras de una misma moneda.
El balear se ha reinventado una vez más exhibiendo un nuevo servicio para doblegar cuatro meses después de retirarse en las semifinales del US Open, su último partido del circuito hasta el de ayer, al australiano James Duckworth. Lo hizo en tres set (6-4, 6-3 y 7-5) en poco más de dos horas. Una victoria trabajada. Sobre todo por tratarse del jugador 238.º del ranking.
El escocés, por su parte, cayó en su debut ante el castellonense Roberto Bautista en cinco sets, dos tie breaks incluidos (6-4, 6-4, 65-7, 64-7 y 6-2), en un partido que bien podría calificarse como épico después de que el dos veces ganador de Wimbledon anunciase en su presentación en el torneo que el dolor que siente en la cadera operada, cada vez que juega, le había obligado a decidir que ésta sería su última temporada.
“Si éste ha sido mi último partido es la mejor manera de acabar –señaló el británico–. Gracias a todo el mundo por venir, ha sido una jornada inolvidable”. Murray reconoció que seguir jugando significaría volver a pasar por el quirófano, algo que ha descartado.
Nadal ha optado por la vía conservadora de Roger Federer, otro que se estrenó ayer con victoria en Australia (6-3, 6-4 y 6-4 al uzbeko Denis Istomin), y decidió estrenar un nuevo servicio en Melbourne que, de entrada, le fue bien. Forzando más la muñeca, el de Manacor evita el salto que sobrecarga sus maltrechas rodillas. La probatura no fue mal: consiguió un 88% de puntos con su primer saque y un 75% con segundos. Además de dos aces.
“Es una victoria importante para mí porque es la primera desde hace un tiempo y porque me da la oportunidad de volver a la pista otro día más –se felicitó Nadal–. Probamos cosas para mejorar y han salido bien. Aunque lo más importante es que he podido jugar”. El número 2 del mundo se enfrentará ahora a otro australiano, Matthew Ebden, de 31 años y 48.º del ranking. Una buena prueba para comprobar que su reinvención es buena.