Matteo Salvini
Los ‘grillini’ pierden la mitad de los votos desde las legislativas de hace un año
VICE PRIMER MINISTRO ITALIANO
Que un joven italiano llamado Alessandro Mahmood, de madre italiana y padre egipcio, haya ganado el festival de Sanremo y vaya a representar a Italia en Eurovisión ha irritado a Matteo Salvini, quien ha criticado al jurado “radical-chic”.
Ya hace algunos meses que la ultraderechista Liga de Matteo Salvini dio el sorpasso en los sondeos y avanzó al Movimiento 5 Estrellas (M5E) como primer partido de Italia. Ayer, el resultado de las elecciones regionales del domingo en la montañosa región de Abruzos, en el centro de Italia, confirmaron a Salvini como líder político italiano.
La coalición de derechas formada por la Liga, Forza Italia y Hermanos de Italia ganó con un aplastante 49% de los votos, con los ultraderechistas como primer partido con el 28%. La derecha arrebató el control de la región al centroizquierda, que quedó segundo con el 31%. El gran perdedor fue el M5E, que aspiraba a recuperar el impulso perdido en Abruzos, donde en las nacionales del año pasado mostró músculo con el 39,8%, y terminó quedando en tercera posición con sólo el 19% de los votos.
El resultado es el último indicador de que la llegada al Gobierno de los grillini, y su consiguiente conversión en una fuerza institucional, no les está haciendo ganar votos, sino más bien que se le escapen en favor de la Liga. Después de un cúmulo de desencuentros, los Abruzos tensan todavía más el equilibrio interno en el Gobierno, en teoría dominado por el M5E como primer socio de la coalición en base a los resultados de marzo, pero no según las encuestas actuales. Ahora no sólo Salvini se reafirma como primer socio del Ejecutivo y de la coalición de derechas, sino que lo hace en una región considerada meridional donde su partido, antes nacionalista del norte, no aspiraba a nada.
“El resultado casi conmovedor de la Liga es la mejor demostración del hecho que investigaciones, amenazas, falsedades e insultos no consiguen nada: la vida real es más fuerte que la realidad virtual”, celebró Salvini después de la victoria.
El próximo examen electoral serán las europeas del próximo 26 de mayo. Una victoria aplastante podría animar a Salvini a querer disolver el Gobierno e intentar imponer esta mayoría en unas elecciones nacionales, para librarse así de la compañía de los antisistema, que le impiden aplicar las recetas económicas liberales que busca y le obligan a posiciones internacionales incómodas, como que todavía no hayan reconocido formalmente a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Según Giovanni Orsina, politólogo de la Universidad Luiss, al ministro del Interior le interesa que haya una repetición electoral, pero no forzarla él, sino más bien esperar a que Di Maio cree una crisis. “Quién lleva al país al voto en Italia es siempre penalizado”, explica Orsina. Algunas causas de esta supuesta fractura podrían ser la guerra por la construcción de una línea de alta velocidad entre Turín y Lyon, a la que se oponen los grillini , o que permitieran en el Senado que Salvini sea juzgado por haber retenido a los inmigrantes del barco Diciotti en agosto del año pasado.
Sin embargo, los tiempos hacen difícil que se pudiera votar inmediatamente después de las europeas. No se podría llegar a las urnas por lo menos hasta septiembre, cuando jamás se han celebrado unas elecciones en Italia, y luego viene el difícil momento de redactar presupuestos. Orsina considera que lo más probable es que, si Italia vuelve a las urnas, espere por lo menos hasta principios del 2020.