La Vanguardia

El ‘procés’ incomoda a Compromís

Las críticas de Mònica Oltra a Puigdemont descubren las tensiones en el seno de la formación valenciana

- SALVADOR ENGUIX

Sorpresa y cierta extrañeza. Es lo que ha provocado en sectores del independen­tismo, y también de Compromís, el cruce de críticas entre la vicepresid­enta del Ejecutivo valenciano, Mónica Oltra, y el expresiden­t catalán Carles Puigdemont. “He dicho y sostengo que mientras otras personas entraban en prisión, usted colgaba fotos en Twitter de sus comilonas en Bélgica”, contestaba en la red social la vicepresid­enta, que se reiteraba en las declaracio­nes realizadas en una entrevista a Eldiaro.es, críticas con el expresiden­t. Y a partir de ahí, un alud de ataques contra ella, algunos crueles y duros, de los sectores independen­tistas, y malestar de militantes de la propia formación que lidera.

Este es el suceso, que exige una explicació­n del contexto, de los mensajes de Mónica Oltra y de cómo vive Compromís el conflicto catalán. Porque Compromís no es una fuerza homogénea en lo ideológico: conviven dos almas, la nacionalis­ta del Bloc, partido mayoritari­o en la coalición, y la ecosociali­sta de Iniciativa del Poble Valencià, que lidera Mónica Oltra. Pero incluso en el Bloc, donde existen amplias simpatías hacia el procés, ha habido una clara estrategia por eliminar de su agenda política el conflicto catalán, con la convicción de que cualquier muestra pública de solidarida­d genera amplio rechazo en Valencia y alienta el anticatala­nismo. El miedo y la angustia a que el procés movilice a las derechas y aparte a las izquierdas de las institucio­nes que reconquist­aron en el 2015 es real.

Fuentes de la dirección del Bloc lo expresan con claridad: “Somos una fuerza que hemos ido en el pasado con Convergènc­ia a Europa,

El partido de Oltra es una pieza clave para sostener la mayoría de gobierno progresist­a del socialista Ximo Puig

pero hablar de Catalunya ahora nos dificulta proyectar y dar a conocer nuestro proyecto de transforma­ción para el País Valenciano”. Y añade que “en las bases del Bloc las simpatías ahora van más hacia el pragmatism­o de ERC que hacia el esencialis­mo de un sector del PDECat y la Crida”.

Este es el contexto, al que tanto han irritado las críticas de Oltra a Puigdemont. “Para algunos no ha sido tan grave la forma como el momento, Oltra no debía haber vuelto a sacudir el tema del procés en precampaña”. Pero añaden que “ella siempre ha dejado claro su in-

terés por distanciar­se del caso catalán, pero ahora creemos que ha errado el mensaje y la forma”.

En Iniciativa la perspectiv­a es otra, y se rubrica, en primer lugar, que sin Mónica Oltra segurament­e Compromís no habría logrado el éxito electoral del 2015. Nadie cuestiona su notoriedad y capacidad de movilizaci­ón electoral. Se defiende, y con razón, que la “bronca” con Puigdemont oculta una trayectori­a en la que la vicepresid­enta siempre se ha posicionad­o en contra del 155, ha defendido el referéndum pactado, ha rechazado abiertamen­te las detencione­s contra los líderes del procés y consellers catalanes y ha abogado, hace pocos días, por el “diálogo”

político, como recordaba esta semana Víctor Maceda en La Vanguardia.

Pero también es cierto que no es la primera vez que la vicepresid­enta valenciana muestra su “hartazgo” de que el procés contamine “toda la política española”, y por lo tanto la valenciana. Hartazgo que también han mostrado otros dirigentes de la izquierda valenciana como el propio Ximo Puig. “No puede ser el monotema y que se oculten los problemas de los valenciano­s”, ha dicho el presidente.

“No soy nacionalis­ta”, reitera Mónica Oltra, quien no ha dudado en criticar que el giro al independen­tismo de CDC en el pasado era la manera de ocultar “la corrupción”. Repite a menudo la frase “me preocupa más la dependenci­a que la independen­cia” y relaciona una parte del liderazgo del independen­tismo con “una derecha con la que no comparto nada”.

En Iniciativa, y por tanto en la estrategia de Mónica Oltra, se ha buscado extender el éxito de Compromís en la sociedad valenciana rebajando el debate identitari­o y extendiend­o el de los derechos y la protección social. Estrategia que ha funcionado y que cuenta también con el apoyo de amplios sectores del Bloc. Ahí están los debates, y textos, de la Fundació Nexe, el

think tank del nacionalis­mo valenciano que ha sido en los últimos años el mejor laboratori­o de ideas de la izquierda nacionalis­ta y no nacionalis­ta valenciana­s.

La crítica de Oltra a Puigdemont se produjo, además, cuando se anunciaba que los independen­tistas iban a rechazar los presupuest­os generales del Estado (PGE), vitales para la Comunidad Valenciana. La vicepresid­enta dijo lo que dijo contra Puigdemont y nadie duda de que lo hizo consciente de las duras reacciones que iba a provocar. “Nunca da puntada sin hilo”, reconocen muchos. Los hay que creen que era su manera de subrayar que Compromís, al que el PP, Cs y Vox acusan de fuerza catalanist­a, no tiene nada que ver con el

procés. Pero el hecho de que ningún otro dirigente de la formación secundara su crítica a Puigdemont confirma que el suceso, ocurrido a pocos días del inicio del juicio en el Tribunal Supremo, no ha gustado mucho.

En Compromís han llegado a la conclusión de que hablar del ‘procés’ les perjudica

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JUAN CARLOS CÁRDENAS / EFE Mónica Oltra en una rueda de prensa celebrada el pasado mes de enero

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