Los aliados desoyen la exigencia de Trump de repatriar yihadistas
Donald Trump no ha tenido ningún éxito en su exigencia –aparentemente formulada sólo a través de su cuenta de Twitter– de que los aliados europeos se lleven de Siria a sus nacionales que se sumaron a las filas del Estado Islámico y que se encuentran prisioneros de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), cuya composición mayoritaria son las milicias kurdas. El mensaje estaba dirigido principalmente a Gran Bretaña, Francia y Alemania, sin duda tres proveedores destacados de yihadistas, pero no parece que vayan a aceptar ultimátums, según la reacción de las cancillerías de Londres, París y Berlín.
El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, dijo el domingo por la noche que tal repatriación es hoy algo “extremadamente difícil de realizar” y que “se ha de concertar con Francia y Gran Bretaña la manera de proceder”. Los británicos, por su parte, tienen sobre la mesa la patata caliente de la joven Shamima Begum, que acaba de dar a luz en Siria e insiste en poder regresar a Gran Bretaña. Se trata de una de las tres chicas de Londres que en el 2015, siendo menores, se fueron juntas a Raqa. En Londres no existe todavía una posición clara pero predomina la negativa. En cuanto a Francia, la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, dijo que “existe un nuevo contexto geopolítico, con la –anunciada– retirada de Estados Unidos” y “de momento, no vamos a cambiar nuestra política”.
Ahí está la cuestión. Trump estaría echando mano de pretextos para enmascarar las dificultades que afronta su idea de retirarse, que nadie acepta. Es muy significativo el hecho de que sus aliados del Golfo, que según él se harían cargo de asumir funciones (dicho a grandes rasgos) de la actual misión estadounidense en Siria parecen más interesados en reconstruir sus relaciones con el régimen de Damasco. En cuanto a una hipotética repatriación de los yihadistas que viajaron desde países del Golfo a Siria, y que no son pocos, Trump no dijo nada...
Que todo el mundo tiene un problema serio con sus yihadistas (Bélgica y Holanda son otros dos países europeos muy implicado) es innegable. Pero solo Francia ha dado a conocer su magnitud en la parte que le toca. Las FDS tienen prisioneros a unos 150 franceses de ambos sexos, de los cuales solo unos 50 son adultos. La voluntad del Gobierno francés es repatriarlos examinando “caso por caso”. Hace unos días, la ministra Belloubet dijo que hasta el 75% de los repatriados podrían ser niños menores de siete años, es decir, los hijos de la yihad. Las FDS mantienen a los hombres en prisión y a las mujeres y niños en recintos cerrados en al menos tres campos de desplazados en el territorio del Kurdistán sirio.
Pero esta no es toda la historia. Human Rights Watch (HRW) denunció el pasado octubre que EE.UU. estaba trasladando prisioneros extranjeros desde las cárceles de las FDS en Siria a prisiones en Irak para ser llevados ante tribunales de Bagdad, lo cual vulneraría las propias leyes iraquíes. HRW cree que unos 2.000 menores y 1.000 mujeres procedentes de 46 países están repartidos en campos y prisiones de Siria, Irak y Libia, los tres países donde se estableció el Estado Islámico.
Trump amenazó a los aliados con poner en libertad a los prisioneros en Siria, una decisión a todas luces absurda. Ayer, Abdulkarim Omar, corresponsable de relaciones exteriores del Kurdistán sirio, desmintió que las FDS fueran a soltarlos. Según él, se trata de 800 combatientes extranjeros, 700 mujeres y 1.500 niños.
El portavoz de las FDS, Mustafa Bali, indicó días atrás que la mejor solución sería establecer un tribunal internacional en el Kurdistán sirio para juzgar a los “mercenarios” del EI y sus familias. La presencia de semejante tribunal, por cierto, redundaría en beneficio de los kurdos de Siria ante las amenazas de Turquía de atacarles.
El portavoz de las FDS propone como solución un tribunal internacional en el Kurdistán sirio