Amazon siembra la discordia y abre un conflicto entre los demócratas
La negativa a Nueva York muestra la brecha entre moderados y el ala izquierda
Corría el mes de noviembre y el gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, estaba exultante. “Si es preciso, voy a cambiar mi nombre por Amazon Cuomo”, bromeó entonces.
Ya veía el Empire State Building iluminado con el color naranja que identifica al gigantesco supermercado online. Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta, había elegido Long Islad City, barrio de Queens, para instalar uno de sus cuarteles.
El gobernador limó sus asperezas con el alcalde Bill de Blasio para atraer una empresa que ofrecía la creación de al menos 25.000 puestos de trabajo. Había, eso sí, una letra pequeña. La compañía, a la que muchos acusan de arruinar al pequeño –y no tan pequeño– comercio, recibiría un subsidio de 3.000 millones en exenciones de impuestos estatales y locales.
Tres meses después, el más icónico de los rascacielos de Manhattan se ha ido al fundido en negro.
Amazon anunció el pasado jueves que daba marcha atrás por la oposición de algunos cargos electos y de los activistas contra el que consideran un beneficio para una corporación, que no se caracteriza precisamente por el buen trato a los empleados.
Tormenta política entre los demócrata de Nueva York, y más allá, ante la evidente disparidad de criterios entre los moderados y la revigorizada ala izquierda. Cuomo, el establishment, contra Alexandria Ocasio-Cortez, la sangre fresca del socialismo democrático. La brecha que distancia a “los centristas amigos de los negocios y el populismo puro”, según la descripción del The New York Times.
A río revuelto, los republicanos se frotan las manos. Puestos en el camino de las elecciones del 2020, han recuperado una cita de su talismán Ronald Reagan: “Los demócratas están más obsesionados con rebanar el pastel económico que con hacerlo crecer”.
Los conservadores se han encontrado con el viento a favor para recordar otra vez que sus rivales son unos “exterminadores de empleo” a los que sólo les interesa imponer tasas fiscales a los ricos para dar más cobertura social. Como el denominado Green New Deal, un ambicioso plan de estímulos lanzado por Ocasio para combatir el cambio climático que desdeñan los republicanos. El presidente Donald Trump se burló en un tuit con ironía de que esa iniciativa “eliminaría los aviones, los coches, las vacas, el petróleo, el gas y el ejército”.
Este proyecto ha logrado, sin embargo, que no pocos de los aspirantes demócratas que se postulan a la presidencia se muestren a favor, si no en toda su dimensión, sí en su espíritu.
Pero esos mismos aspirantes han callado frente al portazo de Amazon. Esas son tierras movedizas. “No estoy seguro que algunos progresistas demócratas se merezcan ninguno de esos calificativos”, escribió en su cuenta de Twitter Lloyd Blankfein, presidente honorífico de Goldman Sachs, después de la espantada del supermercado online.
“Son antiprogreso y antidemócratas,” añadió en su mensaje, para subrayar que las encuestas indican una mayoría de neoyorquinos a favor del acuerdo. “Es una victoria para ellos, no para Nueva York”, concluyó.
Cuomo avaló ese contenido. “Un pequeño grupo de políticos ha puesto su estrecho interés político por encima de la comunidad. Está en riesgo el futuro económico del estado y el mejor interés de las personas”, remarcó.
El alcalde De Blasio canceló un viaje este fin de semana a Maine, donde se creía que iba a hacer patente su voluntad de luchar por la nominación demócrata. “Como progresista toda mi vida –afirmó– desafío a cualquier otro progresista que piense que es buena idea perder puestos de trabajo e ingresos, porque pienso que esto está fuera de lugar respecto a lo que quiere la gente trabajadora”.
Ese era un dardo directo a Ocasio, una de las principales opositoras a Amazon, aunque el lugar elegido no fuera su distrito electoral. “Venid a por mí si quereis, pero mi labor es dar garantía a los ciudadanos de que están protegidos por la sociedad”, explicó en tono de celebración.
La senadora Elizabeth Warren, una de las aspirantes al 2020, festejó el frenazo a una operación de “soborno a los contribuyentes”. Su colega Bernie Sanders felicitó a Nueva York “por no dejarse vender al poder de Amazon”. Otros, en cambio, alzaron de inmediato la mano. Phil Murphy, demócrata moderado y gobernador de Nueva Jersey, ofreció Newark a Bezos.
Los republicanos sacan rédito al acusar a los demócratas de no tener interés en crear puestos de trabajo