La Vanguardia

El Abrazo

Ciudadanos se abrazó a Colón y de Colón no se sale ahora fácilmente sin riesgo de grave quebranto electoral

- Enric Juliana

Oiremos hablar del abrazo en los próximos dos meses. Los deseos de abrazo y la rotunda negación de que ese abrazo se vaya a producir serán ejes argumental­es de la campaña electoral que ya ha comenzado. Estamos hablando del posible abrazo entre el Partido Socialista y Ciudadanos después del 28 de abril.

Habrá muchos mensajes, difusos e infusos, explícitos e implícitos, llanos y esdrújulos, interiores y exteriores, en favor del abrazo, para asegurar una gobernació­n medianamen­te estable de España en tiempos de fuerte turbulenci­a europea y de nerviosism­o económico. Las cifras de la economía todavía son buenas, pero en los estados mayores de las grandes empresas hay inquietud.

La globalizac­ión se está endurecien­do. La guerra fría entre Estados Unidos y China por la hegemonía tecnológic­a es la madre de todas las batallas. Tratados que garantizab­an la no proliferac­ión nuclear están siendo revisados. Muchos países del mundo se están rearmando. Grandes sectores industrial­es, desde la generación de energía hasta la fabricació­n de coches, se hallan en incierta mutación. Una nueva recesión pondría contra las cuerdas a una España con un mercado laboral más frágil –los despidos en masa serían ahora inmediatos–, con las pensiones bajo sospecha y con una deuda pública que ya asciende al 100% del PIB. Todo ello sobre la falla de Catalunya.

Hay vigías muy preocupado­s por lo que puede venir. Del interior de esa preocupaci­ón surge, en Madrid y en Bruselas, deseos de un gobierno de amplia base que absorba tensiones. Otra Italia, no, por favor. Este sería el ruego del Directorio Europeo. La sociedad emite señales en este sentido. Empieza a detectarse un hartazgo de tensión. Hay miedo a que las cosas se estropeen aún más. También en Catalunya.

Ante el cuadro El abrazo, cedido por el Museo Reina Sofía al Congreso de los Diputados, Pedro Sánchez y Albert Rivera presentaro­n en marzo del 2016 un acuerdo de investidur­a centrista que necesitaba la abstención de Podemos y no la obtuvo. Tuvo impacto la escena.

Volverá a ser glosado el cuadro de Juan Genovés, aunque Rivera proclame que nunca más volverá a pactar con Sánchez. Tiempo al tiempo. Ciudadanos se ha abrazado a la fotografía de Colón y de Colón no se sale ahora fácilmente sin riesgo de grave quebranto electoral. Parte de los votos que Ciudadanos ha ido captando del Partido Popular tienen la tentación de irse a Vox. Ese es el problema de Rivera.

De Colón no se sale fácilmente y El abrazo nunca fue un cuadro centrista. La pintura del valenciano Genovés ilustró carteles en favor de la liberación de los presos políticos e inspiró el monumento a los abogados laboralist­as de Atocha, vinculados al PCE, que fueron asesinados por la extrema derecha en 1977.

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JUAN MARTÍN / EFE El cuadro El abrazo, de Juan Genovés, estos días expuesto en el Museo Reina Sofía de Madrid
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