Sánchez acusa a ERC y PDECat de vivir del conflicto catalán, como el PP
Esquerra culpa al presidente de no tener “arrojo político”
Catalunya y el fracasado diálogo con los independentistas centró el último pleno de control a Pedro Sánchez en el Senado antes de disolverse las Cortes. Junto a Pedro Sánchez, dos protagonistas, el senador de ERC Joaquim Ayats, que reprochó al presidente no haber hecho ninguna propuesta “valiente” por el diálogo, y el portavoz del PP, Ignacio Cosidó, que denunció las cesiones a los independentistas desde antes incluso de que el Gobierno empezara a hablar.
Tres protagonistas y tres versiones sobre ese diálogo para buscar una solución. Acusaciones de falta de valentía por parte de ERC, que reprochó al presidente no haber presentado “ni una propuesta coherente y valiente para resolver el conflicto con Catalunya” y haberse limitado a pronunciar “palabras vacías” con lo que ha demostrado “falta de arrojo político” por “miedo a la derecha”, subrayó, incluidos “los barones socialistas que están a la derecha de la derecha”.
Pero Sánchez no se calló esta vez. Ya no hay ningún diálogo que preservar. La convocatoria de elecciones pone el contador a cero, y el presidente dijo lo que piensa de lo ocurrido esos nueve meses, con un severo reproche al independentismo: “Nunca quisieron dialogar, tienen miedo a dialogar; nunca quisieron resolver la crisis en Catalunya. Quieren vivir de la crisis en Catalunya”.
Y en ese punto, comparó a ERC con el PP: “Los extremos se tocan”, y, como el PP, “no quieren resolver la crisis en Catalunya”, por un motivo: “Ustedes viven mucho mejor con un gobierno del PP, que tampoco quiere resolver la crisis catalana, sino vivir del conflicto en Catalunya”.
Sánchez se mantuvo muy serio durante toda la sesión de control, consciente de que durante estos meses se ha dejado muchos pelos en la gatera. Por eso los reproches
fueron muchos y duros, a los independentistas: “Ustedes han pedido cosas imposibles, no sólo fuera de la Constitución, sino cosas que el pueblo de Catalunya no quiere, como la independencia”. El presidente del Gobierno, como ha hecho siempre desde que asumió la dirección del Ejecutivo, habló de lo que, a su juicio, quieren los catalanes, “el
autogobierno”. Sánchez cree que esa es la fórmula en la que la mayoría de los catalanes se sienten más cómodos.
Y no paró con los reproches: “No se han tomado en serio los espacios de diálogo y de negociación que ha establecido este Gobierno”. Tono de reproche pero que también denotaba un poco de amargura, o de
desilusión: “Ni ustedes se han tomado en serio el diálogo ni han abierto un diálogo sincero con el Gobierno para llegar a una solución real, factible, constitucional y que garantice la convivencia en Catalunya”. Pero no han querido dialogar, insistió, “porque tienen pavor a que les llamen traidores”.
Y si el cara a cara de Pedro Sánchez con el senador de ERC Joaquim Ayats fue duro, y el presidente de la Cámara, Pío García-Escudero, se tuvo que emplear para que no fuera a más, no lo fue menos el debate con el portavoz del grupo popular en el Senado, Ignacio Cosidó, que le preguntó también “por el fracaso de su proyecto”, en materia económica, pero sobre todo en el diálogo abierto con Catalunya, que el PP traduce en cesiones.
“Es difícil, en ocho meses, hacer más daño a España del que usted ha hecho”, comenzó a modo de aperitivo el portavoz popular. Como hizo Pablo Casado tras la convocatoria de elecciones, Cosidó puso una tras otra lo que el PP considera que son cesiones: “Usted con su relator, sus documentos, sus charlas con Torra, con la utilización de la Abogacía del Estado y mercadeando con los presupuestos, ha humillado a los españoles y ha indignado a muchos socialistas con promesas de indultos que mancillan a la democracia”. Y aunque ahora “renieguen” de lo hecho, “los españoles saben la verdad”.
Por eso, le advirtió a Sánchez, aunque pretenda de nuevo el equilibro o la equidistancia y abrazar de nuevo la Constitución que, a su juicio, se ha saltado, “entre los CDR y la Constitución no hay espacio”. O se está con unos o se está con otros, y él, por el mero hecho de no renegar de futuros pactos con los independentistas, se ha colocado en un lado. Pero el PP no espera otra cosa del presidente porque “al PSOE no le importa España, le importa Pedro Sánchez”. Y tras la moción de cesura se le ofreció elegir “entre la humillación y las urnas y eligió la humillación” y por eso ahora, vaticinó, “tendrá una derrota en las urnas”.
De nuevo el jefe del Ejecutivo se tuvo que defender. Sánchez aclaró a Cosidó: “Nosotros defendemos España, pero una España diferente a la que defienden ustedes”. El PSOE defiende “la España de los derechos, la libertad, no la España retrógrada que defienden los de la foto de Colón, que representan el bloque de la involución”.
ERC acusa en el Senado al líder socialista de no haber tenido “arrojo político” para presentar una solución dialogada