Ningún gesto de Corbyn hacia los disidentes
El número dos del Labour, Tom Watson, ha dicho que la espantada de los siete del South Bank debe ser motivo de reflexión, y que el partido ha de ser lo suficientemente amplio para que quepan tanto los viejos socialistas como los votantes de centro. Pero Jeremy Corbyn no ha mostrado simpatía alguna hacia los disidentes, y por el contrario les ha reprochado que de repente se desmarquen del manifiesto de “justicia social” con el que fueron elegidos en las elecciones generales del 2017, incluyendo la subida de impuestos a los ricos y las grandes empresas, y la renacionalización de los ferrocarriles, el agua, la electricidad y el gas para combatir sus monopolios y los precios exorbitantes que imponen a los consumidores. El grupo parlamentario del Labour se reunió ayer para analizar la crisis, en medio de acusaciones de traición y cobardía a los rebeldes.