Leclerc, el elegido
Cuando alguien pasa por delante, en precocidad, de pesos pesados como Vettel, Alonso, Räikkönen o Massa, y merece la confianza de una firma como Ferrari para pilotar uno de sus coches, en su segundo año en la F-1, es que tiene un potencial desbordante.
El elegido por la Scuderia se llama Charles Leclerc, monegasco de 21 años, que ayer debutaba –con el mejor tiempo en la segunda jornada de tests de pretemporada– al volante del SF90 como compañero de Sebastian Vettel. Y como la gran esperanza de futuro del Cavallino Rampante. Si no de presente...
Lo de este chico con cara de niño bueno es una de las mejores noticias en la F-1. Talento en estado puro. Carne de campeón. O como decía alguien que lo conoce bien: “Tiene estilo de campeón. Es muy autoexigente, muchísimo. Me recuerda a alguien, es como uno de ellos”, se refería a Fernando Alonso y a Max Verstappen el ingeniero catalán Xevi Pujolar, jefe de ingeniería de pista de Alfa Romeo, que tuteló los pasos de Leclerc el año pasado en su debut en la F-1, en la modesta escudería suiza. Fue el mejor rookie de la temporada: 13.º con 39 puntos, llegando a entrar en el top 10 en 10 de las 21 carreras con un coche que era la cenicienta de la parrilla, y que acabó siendo de media tabla.
La cesión a Sauber fue el mejor ejercicio de rodaje que podía tener Leclerc, la joya de la corona de la Ferrari Drivers Academy, en la que entró en el 2016. Con una temporada en el gran circo, el joven monegasco –sin familia rica, por si se lo preguntan algunos– ha convencido a los responsables de la Scuderia de que debían romper con una tradición anacrónica: confiar el volante del Cavallino sólo a un piloto experto, como hicieron con Sebastian Vettel, que llegó a Maranello con 28 años, con Fernando Alonso (con 29), con Kimi Räikkönen (28), con Massa (25) o con Rubens Barrichello (28). Leclerc, con 21, hace saltar por los aires la política de Ferrari y se convierte en el más joven en pilotar un bólido rojo de F-1 en 58 años, desde el mexicano Ricardo Rodríguez en 1961 (con 19).
En la Scuderia, la fecha de nacimiento de Charles (16/X/1997) poco ha importado viéndole pilotar y comportarse. “Lo veo muy maduro para la edad que tiene, a parte de la velocidad y las ganas que demuestra. Dar el salto a Ferrari en un segundo año de F-1 es muy difícil. Si él tiene algo que lo hace diferente es su madurez. Lo veo muy tranquilo, así que no le vendrá grande un desafío de esta dimensión”, comentaba a este diario Marc Gené, embajador de Ferrari, que ya ha visto al chico asombrar en el simulador, y ayer mismo en Montmeló, donde fue el más rápido de la jornada de ensayos, a sólo 86 milésimas del mejor crono de la víspera, marcado por su vecino. Todo un desafío.
LA OPINIÓN DE XEVI PUJOLAR “Charles tiene un estilo de campeón, es muy exigente, muchísimo, me recuerda a Alonso y Verstappen”
El monegasco (21) es el más joven piloto al volante de un ‘cavallino’ en seis décadas, rompiendo la tradición de la Scuderia de confiar en veteranos
LA VISIÓN DE MARC GENÉ
“Lo veo muy maduro para la edad que tiene, y muy tranquilo, así que no le vendrá grande este desafío”
Ese es el encargo que ve todo el mundo de la F-1: que Leclerc sea un estimulante para el alemán, en blanco en cuatro años de rojo. Aunque en Ferrari lo niegan. “A Sebastian no le hace falta que Charles le ponga las pilas; no creo que le sirva de motivación extra”, apunta Gené. En el equipo de Maranello reservan un papel de escudero a Leclerc, como Barrichello y Massa hicieron con Schumacher. “Creo que es normal, especialmente, al inicio de la temporada. Nuestra prioridad será Seb, que es nuestro aspirante al título. No hay prejuicios, la máxima prioridad es que Ferrari vuelva a ganar, y Charles aún tiene que aprender. Conocemos su talento y espero que nuestro problema sea que peleen en posiciones altas de la parrilla”, comentaba Mattia Binotto, el nuevo responsable deportivo del equipo en sustitución de Maurizio Arrivabene.
Aunque fuera de Ferrari algunas voces respetadas cuestionan la supuesta docilidad de Leclerc, un piloto con instinto killer. “Si Charles empezara fuerte de inmediato, podría crear un desastre involuntario a Vettel, como le pasó con Ricciardo hace unos años en Red Bull”, recordaba el expiloto Jacques Villeneuve. “No creo que Charles sea tan complaciente como Kimi, que iba por su cuenta y sabía cuál era su territorio en el equipo”, señalaba Ross Brawn, director general de la F-1, que había sido director técnico de Ferrari con Schumacher.
¿Y qué dicen los pilotos? Mientras que el alemán invitaba a Leclerc a “llegar a su mejor nivel muy pronto y trabajar en equipo”, Charles se refugia en el tópico de aprender de los mayores. “Estoy extremadamente emocionado, es un sueño que tenía desde niño. Trabajar con Vettel, más que tensión, es una oportunidad para aprender de un gran campeón”, decía el monegasco, considerado el hermano pequeño del malogrado Jules Bianchi (era 8 años mayor), la gran promesa de Ferrari fallecida en el 2015. Con Jules creció en el karting, fue su consejero, y ahora es su gran fuerza interior.