Enel sustituirá a Prado en Endesa en la próxima junta
El directivo recibirá una indemnización de más de doce millones
Borja Prado dejará la presidencia de Endesa en la próxima junta de accionistas de la eléctrica, que se celebrará el próximo 12 de abril.
El grupo italiano Enel, con un 70,10% del capital de Endesa, ha decidido modificar los estatutos internos, bajo el argumento de buen gobierno corporativo, para reducir el periodo del mandato de los presidentes, que lo limitará a diez años en dicho puesto más dos años adicionales como consejero. Ese es el tiempo exacto que llevaba Prado en la eléctrica. Dicha modificación de Enel en los estatutos de Endesa supone en la práctica la no reelección de Borja Prado como máximo ejecutivo de Endesa. En realidad, se llevaba algunos meses barajando esta posibilidad por las discrepancias de Prado con el actual consejero delegado de Enel, Francesco Starace, que llegó al cargo en el 2014 de la mano del entonces primer ministro italiano Matteo Renzi.
Por sus buenos contactos con el mundo empresarial italiano, Prado entró en el consejo con José Manuel Entrecanales en la presidencia. Y tras la venta de la participación de Acciona a Enel –que es cuando el grupo italiano se hizo con el 92% del capital– fue entonces, cuando se alzó a Prado a la presidencia. En el 2014, Enel hizo una colocación en bolsa del 22% de Endesa y redujo ese porcentaje al actual.
Con el cese de Prado, Enel planea replicar el modelo a la italiana. Es decir, un presidente no ejecutivo, de carácter institucional, y con un consejero delegado con todo el poder de decisión, que podría ser Bogas. No se descarta tampoco un presidente ejecutivo, que igualmente podría ser Bogas. O un presidente italiano, aunque parece que gana fuerza un ejecutivo español con conocimientos en el sector eléctrico.
En principio, en el consejo de administración del próximo 11 de marzo se nombrará al sustituto de Prado como consejero. Y previsiblemente se anunciará el nombre del nuevo presidente. No obstante, el cambio efectivo se llevará a cabo tras la junta de Endesa, en otro consejo de administración, puesto que es dicho organismo el que tiene potestad para tal nombramiento.
En las quinielas de posibles candidatos han aparecido nombres como Carlos Espinosa de los Monteros, que hasta el año pasado fue máximo responsable del Alto Comisionado del Gobierno para la marca España o Jaime García Legaz, expresidente de Aena y exsecretario de Estado de Comercio con el PP. En cualquier caso, Enel busca un directivo que pueda tener interlocución con la Moncloa, con independencia del partido que llegue tras las elecciones del próximo 28 de abril. Se trata de un sector regulado y hay que tener cintura para negociar con las distintas administraciones e instituciones.
Prado ha tenido durante su mandato a tres consejeros delegados en España: Rafael Miranda, el italiano Andrea Brentan y el actual, Bogas. El papel de presidente ha sido ejecutivo y durante este tiempo ha trabajado con tres gobiernos distintos y cinco ministros del sector energético. Uno de sus logros fue arreglar el tema del déficit eléctrico, que suponía un agujero para la empresa desde el punto de vista financiero. Además, como banquero de inversión –fue consejero de Mediobanca hasta el año pasado– protagonizó varios movimientos corporativos, como una ampliación de capital en la filial chilena en el 2013 o la compra de activos renovables de Enel en la península Ibérica. La venta a Enel de los activos en Latinoamérica de Endesa fue uno de los mayores puntos de discrepancia con los propietarios, pero tuvo que aceptar la imposición. Con su salida, se llevará un finiquito superior a los doce millones de euros.
El grupo mayoritario busca replicar el modelo italiano, con un presidente más institucional no ejecutivo