La Guardia Urbana apenas patrulla por la noche en las zonas más alejadas del centro
Los fines de semana, 14 agentes vigilan los 48 barrios de Barcelona
Tan sólo 14 agentes de la Guardia Urbana se encargan de vigilar las calles de 48 barrios de Barcelona las noches de los fines de semana. La intensificación de la presión policial en el centro de la ciudad para atajar la proliferación de los narcopisos ha dado pie a que los barrios más alejados del centro queden descuidados y con muy pocos efectivos activados. Las hojas de servicios de los agentes a las que ha tenido acceso este diario así lo demuestran.
Las noche del pasado sábado, por ejemplo, fue cubierto en el distrito de Sants-Montjuïc por una patrulla de dos agentes; en Sarrià-Sant Gervasi hubo patrullando tres agentes; en Les Corts una única patrulla estuvo vigilando las calles. A todos ellos se les sumó una patrulla de apoyo, formada por dos agentes. Todos estos diszona tritos representan el 40% de la población de la ciudad, pero en cambio cuentan con unos recursos mínimos que obliga a dejar desatendidos varios servicios cada noche porque, aseguran, no pueden “llegar a todo”. Pero es que además esta situación se reproduce en otras zonas como Sant Andreu, Nou Barris y HortaGuinardó donde apenas tienen asignada una única patrulla nocturna que recorre las calles de sus 31 barrios. Sólo el distrito de Ciutat Vella se salva de la carestía de efectivos y, en menor medida, el Eixample.
En este contexto se produjo el pasado sábado un asalto a la vivienda del reciente fichaje del FC. Barcelona Kevin Prince Botateng. La casa del futbolista alemán fue desvalijada, los ladrones burlaron el sistema de seguridad y se apoderaron de joyas y dinero por valor de 40.000 euros. El reciente fichaje del Barça se instaló en el chalet en el que antes vivía su compañero Jordi Alba y que abandonó tras padecer un robo similar, mientras estaba concentrado con la selección española.
La vivienda está situada en la alta de Barcelona, en el barrio de Sarrià, una de las zonas que han quedado más desatendidas por el patrullaje nocturno de la Guardia Urbana debido al déficit de agentes que arrastra el cuerpo policial. El sábado en el que se cometió el robo, como ya se ha dicho, había apenas tres agentes para cubrir la vigilancia de las calles desde las diez de la noche a las 6 de la mañana de los seis barrios que conforman el distrito. Los fines de semana prestan el servicio nocturno en la Guardia Urbana un tercio de la plantilla. En el caso de la unidad de Sarrià-Sant Gervasi –que también abarca el control de Les Corts y SantsMontjuïc– son cerca de 20 agentes los que deben desempeñar además de las funciones de patrullaje, las labores propias de la comisaría, la vigilancia fija de lugares públicos como el palacete Albéniz (en Montjuïc), o el trabajo administrativo en la oficina de recepción de denuncias.
El problema de la falta de efectivos no es nuevo y se arrastra desde hace casi 4 años. La Guardia Urbana está pendiente de incorporar 150 agentes procedentes de la última promoción que saldrán de la escuela de policía. Mientras no llegan, el déficit se suple mediante el pago de horas extras. Sin embargo, la mayor parte del dinero previsto para el abono de estos servicios extraordinarios han ido destinados de forma mayoritaria al distrito de Ciutat Vella especialmente golpeado por la inseguridad que ha generado la proliferación de narcopisos en el distrito. Allí, el patrullaje es intenso de día y de noche pero contrasta con la situación en el resto de barrios.
SALVO CIUTAT VELLA Y EIXAMPLE
El aumento de la presión policial en el centro deja bajo mínimos seis distritos
EL SÁBADO POR LA NOCHE
La noche en que fue asaltada la casa de Boateng había una sola patrulla en Sarrià