El declive de la hegemonía política de Occidente, a debate en Madrid
Grupo Godó y el Iese invitan a expertos mundiales a analizar la nueva geopolítica
El vigor del populismo y la “desoccidentalización” del mundo centraron ayer los debates del primer foro Retos de Vanguardia, celebrado en Madrid bajo el lema “Un mundo impredecible” y organizado por Grupo Godó, en colaboración con la escuela de negocios Iese. Fue una jornada de diagnóstico y reflexión sobre los nuevos ejes de la geopolítica y el desafío que suponen para el futuro de Europa, que estuvo auspiciada, entre otros, por Javier Godó, presidente del Grupo Godó y editor de La Vanguardia; Carlos Godó, consejero delegado del Grupo Godó; Ana Godó, consejera editorial del Grupo Godó, y Màrius Carol, director de La Vanguardia, así como los miembros del consejo asesor del Grupo Godó en Madrid.
“Entramos en la era de los populismos”, señalaba Gideon Rachman, comentarista principal de internacional del Financial Times, durante su ponencia. Este fenómeno se evidencia en la lucha de Trump contra la globalización, el Brexit y en los “torbellinos” que viven Francia, España o Italia. Tras la II Guerra Mundial, dijo, hemos vivido treinta años de estado del bienestar seguidos de otros tantos de hegemonía neoliberal, así que planteó la hipótesis de tres décadas de populismo. Admitió, no obstante, que mientras los periodos anteriores fueron largos y estables en tanto que proporcionaron prosperidad, “quizás el populismo sea tan dañino que dure menos”.
En una mesa de debate con la corresponsal de La Vanguardia en Washington, Beatriz Navarro, y el secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Pedro Serrano de Haro, moderada por el profesor del Iese Juan José Toribio, el exministro de Exteriores Josep Piqué dibujó “una situación de desorden” que apunta a “un mundo bipolar, distinto e imperfecto” con un EE.UU. declinante pero poderoso, China como gran antagonista y otros actores que reclaman un papel como potencias: Rusia, Irán, Turquía, India. “Vivimos una desoccidentalización del mundo”, apuntó, lo que es tanto como decir que la hegemonía liberal, democrática y anglosajona –elocuente el triunfo simultáneo de Trump y el Brexit– puede estar viviendo su ocaso. Navarro detalló las numerosas decisiones de la Casa Blanca que “están cambiando el mundo” y mencionó la renuencia de EE.UU. a seguir siendo “árbitro del mundo”, un cambio que “posiblemente irá más allá de Trump”, barruntó. En este nuevo marco, la corresponsal en Washington advertía del “riesgo de que Europa caiga en la irrelevancia”, frente a lo que el responsable de la diplomacia europea ha contrapuesto las herramientas y capacidades de la UE: “Europa sigue siendo uno de los principales actores internacionales; es la realidad, pero no nos lo creemos”. Serrano de Haro ironizó, en este sentido, con el título de la jornada, una impredecibilidad que quizá expresa el temor a la profunda mutación del mundo. Tras el fin de la guerra fría, añadió Piqué “creímos que se generalizarían los valores occidentales, la democracia representativa, la economía de mercado (...) y el multilateralismo”. Pero “ese mundo unipolar se vio dramáticamente truncado con la visión del 11-S”, apuntó el exministro.
La segunda mesa de debate transitó por los retos específicos de Europa, del Brexit al populismo y los desafíos de la integración. Para el exvicepresidente de la Comisión, Joaquín Almunia, cuestiones relevantes como la crisis democrática, el cambio climático o la desigualdad reclaman una actuación colectiva de la UE. “¿Podemos hacerlo? Creo que sí. ¿Vamos a hacerlo? No estoy seguro”, concedió. Por su parte, Miriam González-Durántez, especialista en derecho europeo, se mostró preocupada: “Estamos subestimando la enorme fragilidad de la UE”, dijo, aunque, relativizó la importancia del Brexit. El corresponsal de La Vanguardia en Bruselas, Jaume Masdeu, recordó que las elecciones europeas pueden certificar el fin de la mayoría de populares y socialistas, y un resurgimiento de los liberales, junto a la subida –“pero no un tsunami”– de los populistas. El profesor de Iese Alfredo Pastor aprovechó la charla, moderada por Carles Casajuana, exembajador de España en Reino Unido, para advertir de la necesidad de estrechar la brecha de desigualdad. Pastor subrayó que “lo malo de estas situaciones de extrema concentración de riqueza es que se corrigen y les siguen periodos de mayor igualdad, pero nunca de manera incruenta”. Recordó que los babilonios cancelaban todas las deudas cada ciertos años, “y volvían a repartir cartas” para evitar males mayores. El desafío del presente es “saber si podemos remediar esta concentración de una manera pacífica. No soy optimista”, apostilló.
JOAQUIN ALMUNIA
“La UE debe actuar unida. ¿Podemos? Sí. ¿Vamos a hacerlo? No estoy seguro”
JOSEP PIQUÉ
“Tras 1991, creímos que la democracia liberal se extendería, pero el 11-S truncó ese mundo”