Una obra en Bellvitge dota de más flexibilidad a Rodalies
Adif finaliza los trabajos que permitirán operar con tres vías y harán accesible una estación sin ascensores muy usada por gente mayor
Las obras de la estación de Bellvitge llegan a su fin. Los pasajeros de las líneas de la costa lo celebrarán con alegría ya que los trabajos de mejora de la infraestructura en este punto de la red ferroviaria han provocado en el último mes y medio hasta 14 incidencias con afectaciones a la normal circulación de trenes, con sus consiguientes retrasos en hora punta.
Una vez finalizadas las obras, a partir del viernes 1 de marzo, los trenes ganarán velocidad y acortarán el tiempo de viaje hasta Sants y la estación de Bellvitge pasará a tener tres vías operativas. Hasta ahora tenía una en sentido Barcelona, otra en sentido Garraf y una tercera que sólo se utilizaba para estacionar trenes regionales hacia Girona. Con la reforma, esa tercera vía permitirá el paso de los trenes tanto hacia el norte como hacia el sur, de manera que podrá estacionar un tren en caso de incidencia pero también se podrán llevar a cabo adelantamientos de trenes de media distancia a los Rodalies cuando hacen parada en caso que sea necesario. El objetivo es dotar de mayor flexibilidad a la red ferroviaria en un punto muy congestionado por el que pasan unos 350 trenes cada día.
Los trabajos se han alargado durante cerca de un año en horario nocturno para no tener que cortar la circulación. Si se hubiese podido trabajar las 24 horas del día se habrían resuelto en poco más de dos semanas pero al tener operativas poco más de tres horas cada noche, la resolución era mucho más compleja. Esa ha sido la causa por la que muchas mañanas no se recuperaba la normalidad deseada y se producían fallos en la señalización que obligaban a limitar la velocidad o incluso el paso de los trenes.
La renovación de la infraestructura ha sido parcial pensando en que algún día no muy lejano se soterrarán las vías por completo. Al tratarse de una modernización
Los trabajos entre Bellvitge y la estación de Sants han provocado hasta 14 incidencias desde principios de año
de algunos aspectos en lugar de total, todo se ha complicado. “La configuración es endiablada y cualquier incidencia aquí se multiplica”, reconoce un técnico del administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif). Cuando un cable nuevo convive con uno viejo, el resultado es impredecible.
Las obras tienen otro fin realmente relevante: permitir la instalación de ascensores para acabar con los 33 escalones de bajada y 33 de subida que deben soportar todos los pasajeros que cogen el tren en la estación que da servicio a los barrios de Bellvitge y Gornal en l’Hospitalet. Eso sí, la ansiada reclamación aún deberá esperar un año. Adif ha hecho su parte con la ampliación de los estrechos andenes para poder encajar los ascensores. Renfe ya ha adjudicado las obras de instalación y en el segundo trimestre empezarán los trabajos para acabar de una vez por todas con los históricos problemas de accesibilidad.