El Atlético impone sus centrales
Un gol de Giménez y otro de Godín dejan al Juventus al borde de la eliminación
El Atlético irá a Turín con dos goles de ventaja después de un partido vibrante en el Metropolitano, donde el equipo de Simeone no desmereció ante el Juventus. Al contrario. Le supo jugar con inteligencia y le mató al final con dos goles de dos de sus centrales. La derrota compromete gravemente la continuidad del Juventus, uno de los grandes favoritos de la competición, que se ve ahora abocado a una remontada que se presenta complicada.
El Atlético fue una roca atrás y muy peligroso a la contra. El VAR de nuevo tuvo su cuota de protagonismo y encendió a la afición colchonera. El árbitro alemán pitó un penalti sobre Diego Costa y luego dio un gol a Morata en decisiones anuladas después por el VAR.
El Juventus, a diferencia de otras épocas, fue a por el partido en todo momento. Cristiano, como se preveía, fue su mejor argumento. El portugués, que recibió una lluvia de insultos como cuando venía con el Madrid, no fue tan letal como otras veces. Si en el Madrid atacaba saliendo desde las bandas, en el Juventus forma una dupla con el croata Mandzukic y merodea casi siempre por el área, aunque de vez en cuando se descuelga hacia uno de los costados.
En el debe del Juventus puede achacársele falta de finura en la elaboración del juego en los últimos metros. Dybala debía ser el encargado de suministrar balones bien filtrados a los de arriba, pero el media punta argentino no tuvo su día, y los italianos fabricaron sus mejores ocasiones en el primer tiempo a balón parado: una falta que lanzó Cristiano desde muy lejos y que interceptó Oblak y un fallido cabezazo de Bonucci que se impuso a todos en el salto, pero remató alto.
El Atlético no le perdió la cara al partido en ningún momento y fue menos leñero que contra el Madrid, aunque Thomas alguna vez se pasó de frenada y soltó alguna patada que era más de ámbar que de amarilla. Costa y Thomas vieron tarjeta y no jugarán la vuelta por sanción.
La sorpresa en el once de Simeone fue la presencia de Diego Costa en detrimento de Morata. El hispanobrasileño fue una pesadilla para la defensa juventina en los primeros momentos, cuando iba pletórico de fuerzas.
La ventaja del Atlético es que se acomoda a casi todo y no le importa ceder el balón. Simeone apostó de salida por cuatro centrocampistas como Koke, Saúl, Rodrigo y Thomas, pero enseguida se vio replegado y su idea de juego pasó por lanzar pelotazos largos para que Griezmann y Diego Costa pillaran a la defensa italiana mal colocada. Su única ocasión clara del primer tiempo llegó también en una falta escorada que chutó Griezmann y que atajó el polaco Sczcesny. La jugada tuvo su polémica porque el árbitro pitó al principio penalti, pero el VAR le indicó que el empujón de Matuidi a Costa, muy leve, había sido fuera del área.
La segunda parte comenzó con el Juventus dominador, pero a los cinco minutos Diego Costa cazó una contra y se plantó a la carrera ante el portero polaco, al que no batió porque su remate se le fue fuera por un palmo. Era un aviso, porque enseguida llegó otra ocasión clarísima, ahora de Griezmann, que en una vaselina estrelló el remate en el travesaño.
Las dos oportunidades no cambiaron el sino del juego porque el Juventus se hizo con el balón y empujó al Atlético hacia su campo, un dominio sin peligro. En el minuto 70, Morata cabeceó el que parecía el 1-0, pero tampoco, porque tras dar el árbitro el gol el VAR lo anuló por empujón previo del delantero madrileño a Chiellini.
Con el Metropolitano enfurecido contra el árbitro, Giménez aprovechó un balón muerto en el área tras un córner para marcar desde el suelo por fin el 1-0. No acabaría ahí la tortura italiana, porque en otro fallo defensivo Godín remataría casi sin ángulo para el 2-0 definitivo. Toda una pesadilla para Cristiano y su Juventus.