Turquía critica a la comisión del Europarlamento que pide su veto
Indignación en Turquía porque un órgano de la UE llama a terminar de una vez con las inacabables negociaciones de adhesión. A terminarlas, claro está, con un portazo a Ankara. La comisión de Exteriores del Parlamento Europeo solicitó el miércoles a la Comisión Europea y a los estados miembros la suspensión formal basándose en el informe sobre Turquía elaborado por la socialdemócrata holandesa Kati Piri, que denuncia una degradación de la independencia judicial y de la libertad de prensa, entre otras cosas.
El portavoz del ministerio de Exteriores turco, Hami Aksoy, considera “absolutamente inaceptable que el borrador de un informe consultivo no vinculante exija una suspensión total de las conversaciones”. Ankara espera que el texto final que apruebe en marzo la Eurocámara sea “más realista, imparcial y alentador”. Sea cual sea el resultado de la votación, tendrá un impacto en las elecciones municipales del 31 de marzo, en las que Estambul y Ankara están en el aire.
Las espadas en alto coinciden con la petición de cadena perpetua por parte del fiscal para dieciséis presuntos instigadores o financiadores de las protestas del parque de Gezi de Estambul, en el 2013, simultáneas a las que en El Cairo sirvieron de pretexto al general Al Sisi para derrocar al presidente Mohamed Morsi, aliado de Recep Tayyip Erdogan. Entre los imputados está el millonario rojo, Osman Kavala, heredero, editor y activista político al que Kati Piri considera “un gran amigo”, mientras que Erdogan lo denigra como “el hombre de George Soros”. Kavala lleva un año y medio en prisión, mientras que otro de los encartados, el periodista Can Dündar, logró huir.
Erdogan declaró el viernes pasado, en un publirreportaje camuflado como entrevista televisiva, que, “digan lo que digan, sólo hay un motivo por el que no nos quieren en la UE y es porque somos musulmanes”. Aunque el presidente turco manifestó el año pasado su voluntad de someter a referéndum el fin de las negociaciones de adhesión, de momento sólo ha sacado a Turquía del Festival de Eurovisión.
Aun así, muchos turcos, y no sólo el 40% que vota AKP, recriminan a la UE la falta de empatía, después de que el país se sobrepusiera a un golpe de estado en el 2016. En octubre la Eurocámara ya recortó 70 millones de euros de los fondos destinados a Turquía como país candidato.