La Vanguardia

Zidane acepta el desafío de resucitar al Madrid

Zidane acepta el reto de coger el equipo blanco desde hoy hasta el 2022

- CARLOS NOVO

La crisis del Madrid tomó ayer un giro inesperado. Florentino Pérez logró un gran golpe de efecto y consiguió convencer a Zinédine Zidane para que vuelva a hacerse cargo del equipo nueve meses y ocho días después de haber dado la espantada tras ganar la final de la Champions en Kiev. A Florentino Pérez lo que le pedía el cuerpo era la vuelta de José Mourinho, convencido de la necesidad de implantar una mano de hierro en el vestuario. Sin embargo, finalmente sus asesores le han llevado a su terreno y se ha impuesto la solución de consenso. Nadie como Zidane suscita ahora mismo en el madridismo tal grado de unidad e ilusión.

En su presentaci­ón como nuevo entrenador, Zidane estuvo serio y lacónico, como siempre. No se le vio especialme­nte alegre y sí responsabi­lizado. “He vuelto porque no le podía decir que no al presidente. Quiero mucho a este club, aunque eso moleste”.

Zidane vuelve no sólo con la misión de acabar la temporada sino con la de reconstrui­r un equipo que tras ganar tres Champions consecutiv­as se ha metido en una crisis gravísima, un desplome sin precedente­s, sin objetivos por los que pelear a comienzos de marzo. El francés firma esta y tres campañas más, hasta junio del año 2022, y tendrá una relativa autonomía para modificar la plantilla.

Zidane se ha hecho de rogar. Cuando el presidente le sondeó por primera vez hace cinco días le dijo que se lo iba a pensar. El francés estaba en su año sabático y no le apetecía coger el equipo blanco tan pronto. Meses antes ya había rechazado una jugosa oferta del Manchester United y sus planes pasaban por intentar en verano la aventura del Juventus, el otro equipo de su corazón. El tercero, a largo plazo, es la selección francesa. Para entender por qué Zidane ha aceptado finalmente el ofrecimien­to del Madrid hay que tener en cuenta tanto la personalid­ad de Florentino Pérez como la de Zidane, así como la profundida­d de la crisis. Enfrentado a la mayoría de los jugadores, sin respaldo institucio­nal y con todo su crédito agotado, Santi Solari no podía seguir un minuto más al frente del banquillo porque el desprestig­io amenazaba con anegarlo todo.

Así las cosas, Florentino ha puesto a Zidane contra la espada y la pared en una especie de chantaje emocional. Zidane no ha tenido fuerzas para negarse ante quien considera que es una suerte de padre deportivo. También es cierto que estaba harto de su ociosidad y que entrenar el Madrid es adictivo, una droga dura. Ayer lo justificó así: “Con ocho meses descansand­o ya he repuesto las baterías. Tenía ganas de volver a entrenar”

Tampoco se puede desdeñar, ni mucho menos, el contexto. Zidane vive en Madrid desde el año 2001. Aquí estará arraigado para siempre. Sus cuatro hijos varones están vinculados al club: Enzo, el mayor, juega cedido en el Rayo Majadahond­a; Luca, el segundo, oscila entre el primer equipo y el Castilla; Theo y Elyaz son estrellas de las categorías inferiores.

El discurso de Zidane se ciñó en asegurar que ahora va a estar centrado en los once partidos que

LA DECISIÓN

Golpe de efecto de Florentino en busca de un consenso que Mourinho, su favorito, no le daba

EL PLANIFICAC­IÓN

El francés, en deuda con el presidente, acepta gobernar una plantilla que necesita ser agitada y renovada

quedan y que ya habrá tiempo de planificar la próxima temporada.

El francés no dio muchas pistas de la limpia que necesita el vestuario, pero sí dejó caer que lo que ha pasado es normal en el fútbol y en la vida. “Cosas vamos a cambiar, de todas formas, pero hoy no es el día de hablar de eso”, dijo. Preguntado por si hacía autocrític­a sobre algo de su pasado, contestó con un “uff” y luego se explayó: “Claro que sí. Hay muchas cosas de lo que he hecho que no me gustan. El año pasado ganamos la Champions, sí, pero perdimos la Liga y la Copa enseguida y eso no es bueno. Y el responsabl­e de todo era yo”.

De lo que no se arrepiente Zidane es de haberse ido y de cómo se fue: “Tomé esa decisión por el bien de todos, por el mío y por el del equipo había que hacer un cambio, pero no he vuelto porque sintiera que estoy en deuda con el club”.

Zinédine Zidane no quiso comentar el trabajo de Julen Lopetegui y de Santi Solari: “Ellos lo han hecho lo mejor posible. A veces las cosas no salen como todos quieren. Cuando uno gana mucho puedes tener un bajón”. Tampoco habló de la situación de jugadores como Isco, Bale o Marcelo: “No entraré en lo que pasó entre unos y otros. Yo sólo quiero volver con ellos, trabajar y hacer las cosas bien desde este sábado”, afirmó tajante.

Tampoco comentó Zidane si le gustaría tener a Cristiano Ronaldo en el equipo: “No he pensado en eso. Cristiano es historia de este club. Pienso simplement­e en los once partidos que nos quedan. Ya veremos qué va a suceder”.

Zidane no dejó muy claro si va a participar como primer responsabl­e de la planificac­ión deportiva, aunque sí que viene con el mismo equipo técnico que tuvo los últimos años. El francés dijo no estar preocupado en el riesgo que corre de estropear su currículum: “No he pensado en eso. Si lo pensara igual no estaría aquí. Este es el mejor club del mundo y me alegro de volver”. Florentino Pérez lo presentó a lo grande: “Vuelve el mejor entrenador del mundo. Representa los valores sagrados de este club”.

 ?? BALLESTERO­S / EFE ?? Zidane, acompañado de su esposa Véronique, en la presentaci­ón que dirigió Florentino Pérez ayer en Madrid
BALLESTERO­S / EFE Zidane, acompañado de su esposa Véronique, en la presentaci­ón que dirigió Florentino Pérez ayer en Madrid

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain