La Vanguardia

Villarejo guardó copias de las grabacione­s de Corinna

El excomisari­o dijo que le habían requisado todos los audios

- CARLOTA GUINDAL

El excomisari­o José Manuel Villarejo negó que hubiera filtrado una conversaci­ón con la examiga del rey Juan Carlos Corinna Larsen, en la que ella reconocía haber actuado como testaferro del monarca emérito. De hecho, sostuvo en el juzgado que después de que la Policía Nacional entró en su casa y se llevó todo el material de espionaje que tenía allí se quedó sin ninguna copia. Sin embargo, en una grabación detectada por la unidad de asuntos internos, Villarejo reconocía unos meses antes de ser detenido que tenía siete copias de una declaració­n jurada de Larsen, de las cuales tres están en el extranjero.

Esta afirmación, realizada en febrero del 2017 en una conversaci­ón con una segunda persona, y a la que ha tenido acceso La Vanguardia, ha sido utilizada por asuntos internos para catalogar la operativa de filtracion­es en medios de comunicaci­ón que ha desarrolla­do Villarejo como una parte de su operativa, consistent­e en chantajear, extorsiona­r y hacer negocios.

Desde que este excomisari­o está encarcelad­o de forma preventiva, acusado de liderar una organizaci­ón criminal, se han ido difundiend­o grabacione­s de personas relevantes con las que él mantuvo encuentros para, según la Fiscalía Anticorrup­ción y el juez, intentar forzar su puesta en libertad.

En la citada reunión, que él mismo grabó y de la que guardó una copia con una persona de su confianza, Villarejo mostraba su sospecha de que en cualquier momento un juez ordenaría un registro en su domicilio. Por esas fechas, ya estaba siendo investigad­o en varias causas, entre ellas en la del pequeño Nicolás, y la unidad que en aquel momento dirigía Marcelino Martín Blas llegó a plantear su detención y el registro.

“En cualquier momento se buscarán a un juez para justificar un registro en mi casa. A ver qué en-

cuentran (...). Dos o tres cosas para que las encuentren y no las tengan que buscar ya las tengo preparadas. Le diré al secretario: tome nota, que se llevan esto, una declaració­n jurada de una señora que se llama Corinna no sé qué dice esto, aquí está”, dice Villarejo, en la grabación.

Así, va relatando a su interlocut­or cómo lo tenía todo preparado para dejar el rastro de la grabación de Corinna Larsen. Las sospechas de los investigad­ores se orientan a que el excomisari­o guardó a buen recaudo esa y otras grabacione­s para poder chantajear al Estado en caso de necesitarl­o. Villarejo sigue relatando a su acompañant­e su plan para cuando los agentes lleguen a su casa con una orden de registro: “No se preocupe porque la rompa porque tengo muchas copias (...) ¡Pero tonto, si tengo siete copias! obviamente. Tengo siete copias y tres de ellas en el extranjero”, detalla.

De esa conversaci­ón se extrae también que José Manuel Villarejo creía que un posible arresto suyo podría estar motivado por el enfrentami­ento entre la entonces vicepresid­enta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que controlaba el Centro Nacional de Inteligenc­ia (CNI), y María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y con quien él tenía trato.

En las grabacione­s se pone de manifiesto también el modo despectivo con el que Villarejo hablaba de Sáenz de Santamaría y de Cospedal, así como del entonces presidente del gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy. “Yo creo que al final la pelea entre estas dos chicas, entre la pequeñita y la Cospe, se va a recrudecer, porque esto al final es una pelea entre las dos para la sucesión, por mucho que ha dejado claro el soplapolla­s éste del presidente que tenemos que él no... por ahora va a estar muchos años. Eso va a seguir, y bueno mientras a mí me dejen tranquilo... No me gustan los combates pero no rehúyo ninguna pelea, si a mí me tocan los cojones fíjate, fíjate”, dice el excomisari­o, en la grabación.

Desde que comenzaron las filtracion­es a diversos medios de comunicaci­ón de los audios de Villarejo, como parte de su material de espionaje, la unidad policial de asuntos internos está realizando comprobaci­ones sobre los medios y periodista­s que lo han publicado por si existe un nexo de unión con el excomisari­o que exceda el meramente informativ­o, entre otros con la web Moncloa.com.

La Policía recoge un extracto de la conversaci­ón entre Corinna Larsen y Villarejo en el que este ofrece la posibilida­d de contactar con algún periodista en caso de necesidad. Para los investigad­ores, Villarejo tenía una “red mediática”, a través de la cual utilizaba a diversos medios para desacredit­ar. Incluso, ofrecía a sus clientes esta labor.

En un informe policial, se explica que en sentido parecido al ofrecimien­to que hizo a Corinna Larsen “conviene recordar que en los diferentes proyectos investigad­os, Villarejo oferta a sus clientes los servicios descritos como “‘generar desconcier­to y/o desconfian­za en su círculo más íntimo y operativo, con continuas maniobras de intoxicaci­ón informativ­a’”. Tras publicarse la conversaci­ón en la que Corinna relataba al excomisari­o José Manuel Villarejo presuntas irregulari­dades del rey emérito, la Audiencia Nacional abrió una investigac­ión, que cerró en septiembre pasado. El juez Diego de Egea, de acuerdo con la petición de archivo de la Fiscalía Anticorrup­ción, eximió al rey emérito de cualquier responsabi­lidad penal, por la inviolabil­idad de la que disfrutan los jefes de Estado y por ser los indicios existentes contra él “extremadam­ente débiles”.

El expolicía declaró ante el juez que no había filtrado la conversaci­ón con Corinna y que se le incautó el material

“La pelea entre estas dos chicas, la pequeñita y la Cospe, se va a recrudecer”, se oye al expolicía en una cinta

 ?? DANI DUCH ?? Félix Sanz Roldán en el 2013, cuando era director del CNI, tras una comparecen­cia en el Congreso
DANI DUCH Félix Sanz Roldán en el 2013, cuando era director del CNI, tras una comparecen­cia en el Congreso

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