Inquietud del tercer sector por las agresiones xenófobas
La Taula del Tercer Sector pide a los partidos que “no hagan un uso electoralista de la inmigración para sacar rédito electoral”
La Taula del Tercer Sector Social, la Federació d’Entitats d’Atenció i Educació a la Infància i l’Adolescència (Fedaia) y también el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, mostraron ayer su inquietud y repulsa por los “ataques xenófobos y racistas” sufridos la última semana por adolescentes y jóvenes migrantes no acompañados tutelados por la dirección general de Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA) en centros de Canet y Castelldefels. Ribó reclamó a las instituciones catalanas que adopten “medidas de prevención y pedagogía social ante la gravedad de los hechos”.
La Taula pidió a los partidos políticos que “no hagan un uso electoralista de la inmigración para sacar rédito electoral” y a las administraciones y a los agentes competentes en la materia que “intensifiquen la labor de sensibilización y concienciación sobre las personas migrantes y refugiadas” con el objetivo de erradicar “las actitudes que promueven el odio y la discriminación”. Por su parte, la Generalitat anunció ayer que se personará como acusación particular en el caso de la agresión por parte de 25 encapuchados a los menores tutelados y al personal del albergue Cal Ganxo de Castelldefels.
Las entidades que trabajan con los menores no acompañados condenan el asalto pero también asumen que queda un larguísimo camino por recorrer para promover la integración de este colectivo y neutralizar así las tensiones. Tras el colapso del año pasado, cuando llegaron más de 3.600 jóvenes migrantes a Catalunya, la Generalitat presentó el pasado enero la Estrategia Catalana de Acogida, un documento alumbrado con el sector pero que, de momento, no dispone de calendario ni de presupuesto.
Entre enero y febrero, la DGAIA contabilizó la llegada de 429 jóvenes, un 36,6% más que durante el mismo periodo del 2018. De hecho, durante la presentación de dicha estrategia, el conseller de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir el Homrani, apuntó que durante este 2019 podrían culminar su ruta migratoria en Catalunya unos 5.500 menores migrantes.
Uno de los grandes problemas es que, debido a la sobreocupación de los centros residenciales de acción educativa (CRAE) y de otros recursos donde se puede realizar un acompañamiento más intensivo de los jóvenes, el circuito no fluye y los recién llegados se estancan en los equipamientos de emergencia, donde deberían permanecer no más de entre dos o cuatro semanas. Con un conocimiento precario de la lengua, sin formación y algunos ya con dinámicas de vida en la calle en sus países de origen, el reto de la integración se complica.
“Queda mucho por hacer; ahora sólo se atiende la emergencia en centros provisionales y el trabajo
Entre enero y febrero han llegado a Catalunya 429 menores, un 36% que en el mismo periodo del 2018
que se está realizando para que estos chicos estén preparados para la vida adulta es ineficiente. Esto genera conflictividad y, desgraciadamente, me atrevo a decir que irá a más”, pronostica Lluís Vila, vicepresidente del Col.legi d’Educadores i Educadors Socials de Catalunya (Ceesc). Los que cumplen los 18 años y no tienen el permiso de residencia ni tampoco el apoyo de ninguna entidad sobreviven como pueden.
Sonia Fuertes, presidenta de ECAS (Entitats Catalanes d’Acció Social), reivindica “la implicación de las administraciones locales y de la sociedad civil, así como un planteamiento a largo plazo, más allá de los 18 años. Estamos en un momento en que la política es de mirada corta por las elecciones”.