“El director impacta en el éxito de los alumnos”
Anna Jolonch, experta en liderazgo en las escuelas
Apesar de las incertidumbres que genera el futuro, existen consensos sobre cómo y qué enseñar hoy: se aprende de forma social, las emociones y la motivación juegan un papel clave, el aprendizaje debe ser significativo para el individuo, el profesor debe reconocer las diferencias individuales de cada estudiante y tener expectativas altas para todos... ¿Qué competencias son necesarias para ser un buen docente? “Necesita desarrollar su liderazgo y ese liderazgo lo promueve el director de centro, creando una organización capaz de adaptarse a nuevas circunstancias porque aprende”, sostiene Anna Jolonch, experta en liderazgo para el aprendizaje y colaboradora en el Institute of Education (IOE) de la UCL, centro referente mundial en formación docente y de direcciones de centros. Jolonch está impulsando el nuevo programa de Educaixa Liderazgo para el Aprendizaje.
¿Cuánto pesa el factor del liderazgo en el éxito escolar de los alumnos?
El liderazgo pedagógico de los equipos docentes es tan importante que existen muchos centros que funcionan muy bien en entornos muy difíciles, y es indistinto si el centro es grande, pequeño, público, privado.
¿Y de qué depende?
Depende, en primer lugar, de la calidad y la competencia de los docentes y, en segundo, del liderazgo del equipo directivo.
La palabra liderazgo puede significar muchas cosas, un director ya lidera por imperativo de su propio cargo.
Hablamos de un liderazgo que se denomina “distribuido” porque provoca que cada miembro sea autónomo en la toma de las decisiones. Se busca el liderazgo del director, de su equipo, del docente que ejerce en el aula y también del alumno que se responsabiliza de su propio aprendizaje. Otro factor que resulta clave es que son organizaciones que aprenden de sí mismas.
¿Los directores son conscientes de esta influencia?
No siempre. Hay directores que cuando se les pregunta cómo influye el ejercicio de su liderazgo en el aula, no saben qué contestar. En general, no se piensa en cómo impacta en los alumnos una determinada forma de liderar. Si toman consciencia el potencial de mejora del centro es enorme.
Quizás se esperen líderes pedagógicos con un discurso fuerte, como hubo en el pasado.
En los procesos de transformación no hay llaneros solitarios. Si se quiere transformar hay que pensar en red. Eso es fundamental. Al principio, cuando el director tiene una visión de lo que quiere, debe detectar los catalizadores del cambio en el equipo que tiene, aquellos docentes que le van a apoyar en su estrategia, y aprovechar al crítico para detectar debilidades y construir un proyecto más sólido. Pero siempre tiene que ser una organización basada en el aprendizaje de los otros.
¿Qué tiempo se tiene en la vida en un centro para aprender de los otros, compartir experiencias, observar en el aula...? Según el informe Talis de la OCDE, estamos en la cola en este aspecto. Trabajar sobre lo que sabemos que funciona, y lo sabemos porque lo hemos evaluado y comprobado, es un gran déficit en las escuelas españolas. Aquí se innova y luego se investiga. El IOE dice que tiene que ser al contrario “primero investigar y luego innovar”. Las evidencias nos ayudan. Hay escuelas, por ejemplo, que pasan un cuestionario a las familias. Y sólo eso ya se cree que sirve para evaluar a los profesores. Es más complejo que eso.
No suele gustarles que les evalúen ni que se les mire cuando dan las clases.
Temen ser juzgados. Esto es muy español. Pero si soy justa creo que esto ya se está cambiando.
¿Y qué es lo más importante para ser un buen director?
Los estudios dicen que más que marcar bien los objetivos o gestionar recursos, lo que más influye en el resultado del alumno, es motivar y formar al equipo docente.
¿Cómo debe hacerse?
Convirtiendo el claustro en comunidades de aprendizaje que asumen que ya siempre trabajará en la incertidumbre y en el aprendizaje continuo. Y eso cuesta de entender pero es apasionante cuando sucede. De hecho estas comunidades profesionales pueden extenderse a directores de escuela trabajando en red en un territorio determinado.
¿No se produce esto aquí?
Aquí nos falta más método y la alianza con las universidades, con facultades de educación o pedagogía. Trabajar así permite avanzar , construir con solidez.
Y ¿qué sucede con aquellos docentes que no ven la necesidad de cambio y estén poco interesados en la innovación?
Acabarán integrándose en estas comunidades.
¿Cómo es el programa de liderazgo que va a dirigir?
Vamos a proponer a las escuelas españolas que deseen, hasta 50 centros, que presenten un proyecto de liderazgo para el cambio. Y durante el próximo curso acompañaremos a dos personas por centro con metodología del IOE, que es la universidad que ya ha estado visitando escuelas del país, estudiando cómo se trabaja y está desarrollando un programa específico en nuestro contexto. Será muy práctico porque sólo desde la experiencia se logra el cambio.
LAS NUEVAS ESCUELAS
“En los procesos de transformación no hay llaneros solitarios, hay que trabajar en red”
LA FUNCIÓN DIRECTIVA “Construir una organización que aprende de forma constante”