Sánchez barre a sus críticos en el PSOE e impone sus listas
El secretario general socialista aparta a los candidatos afines a Susana Díaz El presidente garantiza que Catalunya nunca será independiente
“¡No pensaban que llegaríamos a tanto!”, celebraron los fieles a Pedro Sánchez en la dirección del PSOE. Lo afirmaron ante la nueva derrota interna de Susana Díaz y su guardia pretoriana en la federación andaluza, a los que vieron de nuevo “noqueados”.
El presidente del Gobierno le volvió a ganar el pulso a la expresidenta de la Junta. Y la comisión federal de listas del PSOE, pilotada por José Luis Ábalos y Santos Cerdán, excluyó de las candidaturas del 28-A a los dirigentes que pretendía imponer Díaz con el aval de la militancia andaluza en Sevilla, Córdoba, Cádiz y Almería. El veterano Antonio Pradas, dirigente fiel a Díaz, no fue incluido en la lista al Congreso por Sevilla, y ni siquiera encontró acomodo en el Senado. El secretario de organización andaluz, Juan Cornejo, tras varios días de tiras y aflojas con Ábalos, hizo constar su voto discrepante en la comisión de listas. Pero este órgano zanjó su dictamen con unas candidaturas que integran, a su juicio, “el mejor equipo de mujeres y hombres que vienen a construir y vertebrar la España que nos demanda la ciudadanía”.
La propia Díaz lamentó el veto de Sánchez: “En Andalucía hemos tenido la mano tendida para hacer compatibles las peticiones del federal con la decisión soberana de los militantes, pero no ha sido posible”. Y advirtió: “Tomo nota”. Ábalos no tardó en replicar: “Todos tomamos nota de todo, obviamente”. El comité federal del PSOE, máximo órgano del partido entre congresos, ratificó después “por unanimidad” las candidaturas, pese a que ni Díaz ni los suyos participaron en la votación final.
La pugna interna no era sólo entre Díaz y Sánchez, “que también”, sino que provocó tensiones en otras federaciones. El presidente de Aragón, Javier Lambán, ni siquiera asistió a la cita y prefirió acudir a “la visita matinal de los domingos” a su padre. El sociólogo Ignacio Urquizu no encabezará la candidatura de Teruel ni estará en el Congreso la próxima legislatura. En la federación gallega también hubo tirones. Incluso se anunció una baja: José Ángel Vázquez Barquero renunció a ser el candidato a alcalde de Ourense.
La gran renovación ya presumida se consumó en las listas para las elecciones europeas del 26-M, de donde fueron excluidos los dos últimos vicesecretarios generales del PSOE, con Zapatero y con Rubalcaba: José Blanco y Elena Valenciano. La sorpresa fue la incorporación del primer secretario de organización de Sánchez en Ferraz: César Luena. Otro fichaje para la candidatura europea fue el de Ignacio Sánchez Amor, actual secretario de Estado de Política Territorial. Repiten el canario Juan Fernando López Aguilar o la valenciana Inmaculada Rodríguez Piñero y se despiden ya veteranos como Ramón Jáuregui o Enrique Guerrero.
Sánchez tomó después la palabra ante el comité federal: “¡Abrimos este partido al talento!”, celebró sobre las listas. Hizo balance de sus nueve meses como presidente del Gobierno y animó a ganar el 28-A y el 26-M: “Nos subimos a un tren que había estado siete años en vía muerta. Lo pusimos en marcha, no hemos parado y ¡ese tren no se va a parar!”.
Repitió su ya habitual discurso de campaña. Pero, en esta ocasión, sí lanzó contundentes mensajes ante Catalunya. Afirmó que, al contrario que la derecha, el PSOE siempre fue “leal al Estado”. En el gobierno y en la oposición. Sobre todo, “en momentos difíciles, como los que vivió nuestro país un 1 de octubre del 2017”, en referencia al referéndum independentista. Sobre sus negociaciones con la Generalitat, aseguró que siempre defendió “el diálogo dentro de la legalidad”. “Dentro de la Constitución, todo. Y fuera de la Constitución, nada”, reiteró. Lamentó en cambio que “la derecha mintió sobre unos supuestos pactos con el independentismo catalán que se ha demostrado que eran mentira”. Les acusó así de utilizar “el agravio territorial como instrumento de oposición”. Un instrumento “peligroso”, alertó, “porque divide al país y debilita al Estado en su respuesta al independentismo”.
Sánchez denunció que “el independentismo vivía mejor con un gobierno del PP. ¡Bien lo saben sus elementos más ultras! Aquellos que quieren enquistar la crisis catalana, que buscan dividir a los catalanes”. Y aseguró que “el independentismo gobierna contra Catalunya y contra todos los catalanes”. Pero advirtió que, tras estos nueve meses en la Moncloa, llega al 28-A con una garantía: “Con un gobierno socialista no se va a producir la independencia de Catalunya. Convivencia siempre, independencia nunca”. E insistió en su hoja de ruta: “La única vía para resolver la crisis en Catalunya es la vía constitucional. No hay otra. Diálogo sí, siempre, vamos a estar dispuestos, pero dentro de la Constitución. Somos un gobierno constitucionalista que cumplirá y hará cumplir siempre la Constitución”. Además, reafirmó que “España es una de las democracias más avanzadas del mundo”. “La democracia que garantiza la libertad de manifestación”, como la protesta independentista que se celebró el sábado en Madrid, “es la misma que juzga a los políticos que quiebran las normas y la legalidad constitucional”.
Frente a “la confrontación, la crispación y el insulto” que atribuyó a PP, Cs y Vox, afirmó que “España no es extremista”. “Los españoles saben que ninguno de sus problemas se va a resolver nunca desde posiciones ultras”, advirtió. “Nuestro proyecto no va contra nadie. Entendemos que unir a España es unir a los españoles y también a sus territorios”. Y ante las críticas de la derecha, subrayó: “Al PSOE, que ha sido leal desde la oposición y desde el gobierno con el Estado, con su soberanía nacional y su integridad territorial, lecciones de constitucionalismo ni una”. Sánchez defendió así una España “unida en su diversidad, que rechaza la uniformidad y reivindica el derecho a ser amada sin que haya una forma única de querer a este país”.
“El independentismo gobierna contra Catalunya”, asegura el líder del PSOE
“España no es extremista”, denuncia Sánchez ante las “posiciones ultras”
Blanco y Valenciano, los números dos de Zapatero y Rubalcaba, se caen del cartel