Rivera ficha al abogado del Estado apartado por el 1-O
El líder de Cs sigue apostando por el ‘procés’ como leitmotiv
Albert Rivera dio ayer un nuevo golpe de efecto, en su intento por revitalizar las candidaturas de Ciudadanos y anunció la incorporación del abogado del Estado Edmundo Bal, al que el Gobierno de Pedro Sánchez apartó de la causa judicial del 1-O por pérdida de confianza. Bal irá de número cuatro por Madrid, en las elecciones generales, por detrás del propio Rivera, del exdirectivo de CocaCola Marcos de Quinto –anunciado el sábado– y de la abogada y activista gitana Sara Giménez.
“Sigo pensando que eres un héroe”, dijo Rivera al presentarlo, ante centenares de simpatizantes, en un acto celebrado en la plaza Colón de Majadahonda, en Madrid. Bal, que era jefe del área penal de la Abogacía del Estado, fue relevado en noviembre pasado por la ministra de Justicia. Defendía acusar por rebelión a los líderes independentistas, en la línea de la Fiscalía y como se había mantenido durante la fase de instrucción, frente a la abogada general del Estado, Consuelo Castro, que optó por los delitos de sedición y de malversación.
El proceso soberanista es uno de los grandes argumentos de la campaña de Ciudadanos. En su intervención de ayer, Rivera criticó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por no “dar la cara” tras la manifestación en Madrid en la que los independentistas catalanes dijeron que España “es una dictadura”. También censuró al líder del Partido Popular, Pablo Casado, por su disposición a “pactar con los nacionalistas” y señaló que no se puede echar del Gobierno a Pedro Sánchez para que “venga otra vez el PP”.
Según Albert Rivera, PP y PSOE insisten en hablar del pasado. “El gran hit de esta legislatura han sido los huesos de Franco y Casado con la ley del Aborto. No voy a perder ni un minuto mirando al pasado”, aseguró.
En la presentación, también tomó la palabra Edmundo Bal, que comenzó su intervención con una crítica al Gobierno. Según dijo, fue apartado de la causa del 1-O “sólo por cumplir con la obligación de una persona honrada”. Y añadió: “No se puede mentir a los ciudadanos españoles. Por eso me cesaron a mí. Querían que mintiera y me negué. Yo nunca miento”.
También explicó que justo cuando esto ocurrió le llamó Rivera y le dijo que era un héroe. “Y dije ‘no, absolutamente no’. No puede ser que llamemos héroe a quien simplemente quiere cumplir con su obligación”, subrayó. Y consideró que si él es un “héroe” es porque España se encuentra “muy mal y muy baja de valores”.
También afirmó que se siente “cómodo” en el proyecto de Ciudadanos y criticó que la política parece una “guerra de bandos” e incluso de “bandas”, en algunas ocasiones, por la “descortesía y la mala educación”.
Con la incorporación de Edmundo Bal, Rivera da un paso más en su estrategia de fichajes estrella y cierra una semana que ha estado marcada por la polémica, por la designación de candidatos desde la dirección, que no ha caído bien en una parte de las bases y ha provocado algunas dimisiones, y por el escándalo de las primarias en Castilla y León sobre las que el partido no ha dado una explicación.
Para frenar el malestar interno y consciente de la crisis abierta en Ciudadanos, el viernes pasado Rivera
“Querían que mintiera y me negué”, asegura Edmundo Bal sobre su cese
reunió a los cabezas de lista al Congreso y a las elecciones autonómicas y les pidió unidad. En una intervención de 24 minutos, el líder de la formación naranja reiteró esta idea en diversas ocasiones. “Este es un proyecto que une”, “vamos a ir de la mano”, “dándonos la mano”, “este gran equipo”, “nuestro objetivo como equipo” son algunas de las fórmulas que empleó para expresar la necesidad de que no haya fisuras, con la perspectiva de dos citas electorales en el horizonte inmediato. Sobre los fichajes de personas que no son del partido, avisó: “Hasta el último momento vamos a seguir incorporando talento”. Y añadió: “Os propongo que nos demos la mano y sigamos abriendo las puertas al talento”.