El Nàstic deja escapar otra ocasión para poder soñar con la salvación
Se le acaba el tiempo y la fe al Nàstic. A falta de doce jornadas, la derrota de ayer en Oviedo (2-0), en un duelo parejo, duele porque llega tras la esperanzadora victoria ante el Albacete y porque deja a los grana a ocho puntos de la salvación. Un mundo cuando has ganado seis duelos en treinta jornadas, por mucho que esta versión del Nàstic sí compite con cualquiera y no baja nunca los brazos.
Enrique Martín siguió fiel a su estilo y salió a la defensiva en uno de los campos más complicados de Segunda, dejando el balón al rival. La idea, palmaria, cerrojo atrás para enganchar una contra o un buen balón parado. Tuvo tres ocasiones claras el Nàstic (Fali, Imanol y Noguera), incluidos dos travesaños, pero la falta de puntería, el portero rival, un muro, y dos fallos defensivos de bulto frustraron el plan grana. Con su equipo obligado a ganar, al técnico navarro se le exige en Tarragona más osadía.
Barragán no pasó grandes apuros hasta que llegaron los dos zarpazos del Oviedo. El 1-0, en el arranque de la segunda mitad, con un buen cabezazo de Joselu. La puntilla, con otro testarazo en un balón parado vulgar con centro al área y fallo imperdonable en el marcaje de Noguera. “Ha faltado intensidad defensiva”, lamentó Monreal.
A pesar de que su vestuario sigue guerrero, en Tarragona muchos han perdido la esperanza. “Hay mucho tomate aún, tenemos cuatro partidos para colocar al equipo para asaltar la permanencia en las últimas ocho jornadas”, vaticinó en Tarragona Ràdio el navarro tras el nuevo varapalo.