El ‘ready-made’ de Gaudí
BD lanza una edición ilimitada del colgador realizado por el arquitecto para la casa Calvet
De entre el conjunto de muebles diseñados por Antoni Gaudí para la Casa Calvet, en la derecha del Eixample –una de las primeras obras del arquitecto, premiada en 1900 como la mejor casa del año por el Ayuntamiento de Barcelona–, había una pequeña percha de uso individual (pensada seguramente para el sombrero, el abrigo y el paraguas del propietario), que por su singular naturaleza concentra “la esencia última de la mentalidad artística de Gaudí”, lo que el arquitecto e historiador del arte Juanjo Lahuerta llama, parafraseando a Lévi-Strauss, su “pensamiento salvaje”.
El colgador, considerado la pieza de mobiliario más pequeña realizada por Gaudí (25 centímetros de dimensión máxima), forma parte desde hace más de cincuenta años de las colecciones de la Cátedra Gaudí, ha participado en importantes exposiciones como la que en el 2002 dedicó La Pedrera al Gaudí diseñador de muebles y ahora es rescatado por la empresa de diseño BD, que lo reproducirá en serie, de manera artesanal, a un precio de 850 euros más IVA.
La edición, ilimitada, cuenta con la colaboración de la Cátedra Gaudí de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSAB) de la Universitat Politècnica de Catalunya. Para Juanjo Lahuerta, su director, se trata de un “pequeño pero intenso objeto que revela toda la complejidad de las obras mayores”, como si se tratara de un banco de pruebas.
Lahuerta imagina que debió de tratarse de un encargo del propietario para su despacho, situado en los sótanos (la vivienda se encontraba en la planta principal). Pero a diferencia del resto de muebles (sofá, butacas, sillas y taburetes inspirados “irónicamente” en el estilo Luis XV que por aquel entonces pirraba a la burguesía europea), Gaudí construye el colgador con tres elementos que tiene a mano: para sujetar a la pared utiliza un soporte de madera de producción seriada; uno de esos remates habituales en muebles y barandillas le servirá de colgador, y entre uno y otro, una parrilla de atril para lectura de libros, que seguramente imaginó cumpliría una función auxiliar para colgar bufandas o paraguas. Tres objets trouvés que el arquitecto une entre sí mediante una cinta metálica “que exhibe en sus formas ondulantes la frescura vivaz del nudo recién hecho”, “el gesto de unas manos”, en palabras de Lahuerta.
Para el especialista se trata de un “asombroso assemblage antes del assemblage , un ready-made antes del ready-made”, que si bien no constituye una excepcionalidad dentro de la producción del arquitecto, hay muchos otros ejemplos, sí viene a reafirmar su condición de bricoleur, “de alguien que no ‘inventa’ los elementos sino que recoge cosas que encuentra por ahí porque sabe que algún día tendrán una utilidad, y ese algo en el que se convertirán tiene que ver con el hacer de las manos”.
Colgador Calvet, a la venta desde ayer, se suma 42 años después al catálogo de muebles y herrajes de Gaudí que BD comenzó a editar en 1977, un momento en el que, como recordaban ayer sus responsables, “todo el mundo nos decía que era un creador anticuado”. La reproducción, con los mismos materiales originales, ha sido confiada a un artesano gallego afincado en Vic.
El arquitecto une tres ‘objets trouvés’ con una cinta metálica que conserva el gesto de unas manos