Colau cierra el mandato con ocho reprobaciones a su gestión
El penúltimo pleno antes del 26-M, ayer, fue una enmienda a la totalidad a la alcaldesa
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, cierra su mandato con un récord de reprobaciones a su gestión. Colau fue censurada ayer por séptima y octava vez durante el penúltimo pleno antes del 26-M. En esta ocasión, la oposición reprobó la totalidad de la gestión de la líder de BComú al frente del Ayuntamiento.
La vivienda: el precio de los alquileres, la escasez de pisos sociales, las promesas incumplidas, la inseguridad, las narcoocupaciones, el incivismo... Y también la poca ambición de una ciudad que ha dejado de transformarse, la gestión económica y los recortes. El pleno de ayer, el último con carácter político del actual mandato, se convirtió en una enmienda a la totalidad al gobierno de la alcaldesa Ada Colau. Y lo fue hasta el punto que la primera edil sumó dos nuevas reprobaciones a su historial: ya tiene ocho, una circunstancia inédita que también resume un final de mandato de oposición feroz y, en general, lleno de desacuerdos. Al pleno de ayer le seguirá una sesión en mayo (administrativa) y otra en junio (de despedida). La campaña electoral empezó.
“Son las notas de final de curso y lo suyo ha sido un fracaso”, apuntó el líder del PP, Alberto Fernández, que fue quien presentó una de las dos reprobaciones contra Colau que recibieron el apoyo del pleno. Los populares la presentaron como una “valoración del mandato” negativa. Y Fernández enumeró motivos: “Una Barcelona en la que el delito es capital, su alergia (la de Colau) a la ley y a la policía, una Barcelona de recortes...”. El concejal popular no dudó en tildar a la alcaldesa de “manostijeras”, “manca en proyectos” y “sorda a la hora de escuchar propuestas”, descalificaciones que ilustran las tosquedad del debate municipal en estos últimos años.
Porque durante todo el mandato el gobierno de los comunes no logró tender los puentes necesarios para llevar a cabo una acción de gobierno decidida, para mitigar su minoría absoluta. Aquellos acuerdos que propiciaron la aprobación del plan de vivienda o del plan especial de urbanístico de alojamientos turísticos (Peuat) no tuvieron una fluida solución de continuidad. Quizás el atasco más frustrante se produjo con el tranvía. Esta falta de entendimiento con el resto de grupos fue en demasiadas ocasiones fruto de la desgana de los comunes. Pero también es cierto que pocas veces la oposición ha hecho tanta gala de su nombre como en este mandato. La sucesión de reprobaciones está haciendo que el gesto pierda todo su sentido. Precisamente los ediles republicanos, al igual que los de la CUP, prefirieron ayer votar en contra porque entienden que tanta reprobación desvirtúa la medida. PDECat, Ciudadanos, PSC y PP optaron por asumir el papel de gota de china hasta el final.
La segunda reprobación de ayer la impulsó Cs, en este caso, por la “incapacidad” del gobierno local de cumplir con el plan de vivienda. “Podían haber hecho mucho más, tenían las herramientas y los recursos”, manifestó la líder de la formación naranja, Carina Mejías. Sí, el apoyo de los concejales de Cs, y también el de los ediles del PDECat y el PSC, permitieron al gobierno de Colau, al principio del mandato, sacar adelante su esperanzador plan de vivienda. Pero la gestión del día fue otra de las piedras en los zapatos de los comunes. Su promesa de 4.000 viviendas sociales en cuatro años no se convertirá en realidad.
A pesar de ello, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, aseguró que las agencias de calificación alaban la gestión económica del Ayuntamiento, y durante todo el mandato se ha llevado a cabo una política activa en materia de vivienda. En este sentido, el concejal de Vivienda, Josep Maria Montaner, subrayó que durante los últimos cuatro años el Consistorio “ha repartido 2.600 llaves”. “Podemos demostrar que hemos hecho más
A LA DEFENSIVA Pisarello recurre a las agencias de calificación para avalar su política económica
LISTA DE AGRAVIOS La oposición carga contra las políticas de movilidad y seguridad y los recortes
que en otros mandatos”. Y luego dijo que la subida de los precios de los alquileres no es un problema exclusivo de Barcelona.
Estos argumentos no amilanaron a la oposición. “No nos ayudan a no reprobarlos: precios de alquiler de récord, de media a 1.000 euros mensuales, unos 12.000 desalojos...”, manifestó el concejal del PDECat Jordi Martí, con motivo de la reprobación presentada por Ciudadanos, mientras que el portavoz Demòcrata, Jaume Ciurana, explicó que fue la intervención de Pisarello, al negar todas las responsabilidades, y encima “centrifugarlas”, lo que motivó que votara a favor de la reprobación del Partido Popular.
“¡Es que han dado 300 llaves en esta mandato! La cifra más baja de la historia. Y han comprado vivienda pero asegurando que estaba ocupada y que les podía dar votos”, espetó el edil del PSC, Daniel Mòdol. “Es la alcaldesa del cartón piedra: sólo fachada”, añadió el popular Fernández. “Aunque somos críticos con el gobierno y pensamos que se podía haber hecho más, estamos en contra de la reprobación”, apuntó desde ERC Monserrat Benedí. “La reprobación tendría que ser algo más riguroso”, añadió el portavoz republicano Jordi Coronas.
También recibió muchas críticas la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, por la supuesta poca colaboración público privada durante este mandato, así como Gala Pin por su “uso electoralista” de las herramientas de participación ciudadana. La oposición también enarboló la falta de apoyo y reconocimiento a la Guardia Urbana por parte del gobierno municipal.
Un pleno muy agrio. De hecho, la alcaldesa Colau advirtió a un grupo de ciudadanos que si no deponía su actitud suspendería la sesión. Unos cuantos vecinos del Raval acudieron al pleno para pedir que el Ayuntamiento revierta la concesión de la capilla de la Misericòrdia al Macba y se construya allí el nuevo CAP. La mayor parte de los concejales se opuso a esta medida (más información en Cultura).