La Vanguardia

Polémicas, las justas

La dirección del PP quiere eludir temas polémicos para no perder votos

- CARMEN DEL RIEGO

Pablo Casado ha dado orden de orillar durante la campaña electoral cualquier referencia a temas candentes como el aborto o la tumba de Franco.

Cuando se trata de pescar votos en un espectro de electores muy amplio, al final acabas con el descontent­o de todos. Y esto es lo que le pasa al PP con asuntos como Franco o el aborto. Pero como son asuntos que pueden pasar factura electoral, la dirección de campaña del PP ha dado instruccio­nes a todos sus candidatos para que eviten ambas cuestiones.

Los argumentos con los que deben responder cuando se les pregunte sobre la interrupci­ón del embarazo son, por un lado, que el PP no hará ninguna propuesta hasta que el Tribunal Constituci­onal no resuelva sobre el recurso de inconstitu­cionalidad que presentó Mariano Rajoy a la ley de plazos. Y después, cada vez que surja en un debate o en una entrevista la palabra aborto, hay que hablar de la ley de maternidad que propone el PP. Es decir, no contestar, hacerlo sólo con afirmacion­es que nadie puede reprochar, como que el PP pretende “una ley de maternidad para que todas las mujeres que libremente decidan ser madres lo puedan hacer con todas las ayudas laborales, económicas y fiscales”.

Este fue el consejo que le dieron a Pablo Casado sus colaborado­res más próximos cuando, tras su elección como presidente del PP, habló de acabar con la actual ley de plazos –que el PP recurrió ante el Constituci­onal– y volver a la ley de supuestos que había antes y que data de 1985. Un consejo que el líder popular ha cumplido casi a rajatabla, salvo algún desliz en alguna entrevista. Pero tal es el convencimi­ento de que lo que les gustaría hacer puede volverse en su contra, que en la convención no se habló para nada de aborto. Ya entonces, en enero, se fijó la posición sobre el aborto con la ley de maternidad, y eso es lo que hace ahora Casado y lo que figurará en el programa electoral: una política en favor de la vida, pero no una condena o modificaci­ón del aborto.

La polémica más reciente llegó con Adolfo Suárez Illana, quien, ya en su papel de número dos de Casado en la lista del PP por Madrid, entró al trapo en su primera entrevista y no sólo la armó hablando de los neandertal­es y la ley de Nueva York que permitía abortar a los niños ya nacidos, sino que sus palabras volvieron a poner sobre la mesa las contradicc­iones del PP sobre el aborto.

Muchos dirigentes del PP han expresado su malestar por los comentario­s de Suárez, pese a haber rectificad­o sobre la ley de Nueva York. Así que ayer, y tras recibir las instruccio­nes sobre lo que debía decir, calló. Pero con un silencio que lo dijo todo: “El PP habla de apoyo a la maternidad, y de ahí no debo salir”. Y de ahí no salió, fiel a las instruccio­nes recibidas, pero sus palabras sonarán a resignació­n más que a convencimi­ento.

Con la exhumación de Franco, el PP aún no ha tenido ninguna polémica en la precampaña, pero ya desde hace tiempo el partido ha ordenado que no se entre al trapo en debates sobre la memoria histórica y la exhumación del dictador. Los candidatos del PP deben subrayar que se trata de un asunto del pasado y que a los españoles les interesan los problemas de futuro, que son los que deben resolver los dirigentes políticos. Casado ha adoptado una táctica, cada vez que es preguntado al respecto, que pasa por recordar que él es nieto de represalia­do y que lo que ha oído en su casa es no querer hablar del tema. Así que la respuesta que deben dar los candidatos del Partido Popular es la misma que da ahora Casado a las preguntas sobre el destino de los restos de Franco, es decir, que la formación “no se gastaría un duro en exhumarlo, como tampoco se gastaría un duro en inhumarlo”.

Aborto y Franco, pues, son cuestiones polémicas que el PP quiere evitar a toda costa, porque manifestar una opinión como la de Suárez les da votos por la derecha pero los pierde por el centro, y al revés, porque asociacion­es pro vida ya han lamentado que el PP renuncie a cambiar la actual ley.

La consigna es ‘vender’ la ley de maternidad si se les pregunta sobre la interrupci­ón del embarazo

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PP/EP Almeida y Ayuso, candidatos del PP en Madrid, ayer con Casado y Suárez

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