Rumanía se convierte en el tercer sospechoso habitual de la UE
Rumanía se ha convertido en el tercer sospechoso habitual de posible violación del estado de derecho en la Unión Europea. A Polonia y Hungría ya se les aplica el mecanismo más riguroso de que dispone la UE en su arsenal para velar por el respeto a los valores europeos, el artículo 7 de los tratados que pone a los dos países en el banco de los acusados. No es el caso de Rumania, aunque también está sometido a un serio escrutinio. En su caso, desde su ingreso en la UE en el 2007, está sujeta a un sistema de control de sus progresos en la reforma judicial y la lucha contra la corrupción, el denominado Mecanismo de Cooperación y Verificación (CVM), que si durante mucho tiempo registró avances positivos, en los últimos años ha indicado retrocesos preocupantes.
El último episodio en el enfrentamiento creciente entre Bruselas y Bucarest se ha vivido cuando una agencia gubernamental rumana ha presentado cargos por corrupción contra la antigua fiscal del país, Laura Kovesi, que actualmente es candidata, y favorita, para convertirse en la fiscal general de la UE. Kovesi, a quién le han prohibido salir del país en dos meses, ha denunciado que es una “maniobra para acallarla”.
Alguna base puede tener su argumento, dado que Kovesi fue destituida el año pasado por el Gobierno rumano de su cargo de fiscal anticorrupción en el que había ganado reputación de eficaz al imputar a numerosos cargos políticos de primera línea, entre los cuales el antiguo primer ministro, Victor Ponta. Actualmente, Bucarest lleva una campaña activa para evitar su nombramiento como fiscal europeo.
En todo caso, ésta es la lectura que hacen las instituciones europeas. El portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, pidió a Rumanía que respete el proceso para elegir al fiscal de la UE. “Es crucial que todos los candidatos elegidos por un panel independiente sean tratados correctamente en el curso de este proceso. Pido al gobierno rumano que respete plenamente este principio de cooperación sincera”, dijo Schinas.
También el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, ha expresado su preocupación y ha recordado que se mantiene la candidatura de Laura Kovesi para convertirse en la fiscal de la UE, un cargo de nueva creación y que debe servir para combatir el fraude relacionado con el presupuesto comunitario. Los populares europeos han entrado en el caso con toda la artillería. El presidente del grupo parlamentario, Manfred Weber, declaró que “es totalmente inaceptable” y que llevará el caso al próximo pleno. Después de sufrir acusaciones continuas por el comportamiento del húngaro Viktor Orbán, ahora tienen a tiro a un ejecutivo socialista.