Francisco es el primer papa en visitar un centro de formación de imanes
Bergoglio y el rey Mohamed VI defienden la Jerusalén de las tres religiones
Hace un mes, el papa Francisco fue el primer pontífice en pisar la península Arábiga. Ayer, fue el primero en entrar en un instituto para la formación de imanes. Lo hizo en el primer día de su visita a Marruecos, un país donde prácticamente la totalidad de su población es de religión musulmana.
El Papa argentino sigue poco a poco con su acercamiento al islam, un tema que quizás no está en la agenda urgente de la Iglesia, pero que para él es de gran importancia. Ayer se volvió a salir del guion para firmar una declaración junto al rey de Marruecos, Mohamed VI, que reconocía que Jerusalén es “patrimonio común” de las tres religiones monoteístas. No habían pasado ni tres horas desde que el Pontífice había aterrizado en el aeropuerto de Rabat cuando sorprendió firmando un llamamiento que no estaba en el programa y que llega días después de que EE.UU. sacudiera Oriente Medio con su aval a la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán.
El texto, que el Papa y Mohamed VI firmaron en el palacio Real de Rabat, pide conservar y promover el “carácter específico multirreligioso, la dimensión espiritual y la peculiar identidad cultural de Jerusalén”. “Esperamos –continúa– que en la ciudad santa sean garantizados la plena libertad de acceso a los fieles de las tres religiones monoteístas y el derecho de cada una de ellas a ejercitar su propio culto”.
El compromiso de este Papa con el islam se volvió a subrayar en una parada en el instituto Mohamed VI para la formación de los imanes y predicadores, un espacio de estudio creado por el monarca para la promoción de un islam tolerante. Allí decidió no hablar, sino escuchar dos testimonios de los alumnos. Uno de ellos, el francés Abu Bakr, contó que había decidido ponerse a estudiar tras los terribles atentados de París del 2015, porque el compromiso contra la “ideología de la muerte” ahora es más necesario que nunca.
El otro acto significativo de la jornada fue un emotivo encuentro con inmigrantes en la sede de Cáritas en Rabat, que cada año atiende a 4.000 personas. Abena Banyomo Jackson, un camerunés que acude a estas instalaciones, le relató su viaje desesperado para ir a Europa. Francisco escuchó cómo, tras su fracaso en ir a España, terminó en un “gueto”. “La inmigración es la
“La inmigración no se solucionará con la construcción de barreras”, afirma Bergoglio en Rabat
herida grande y dolorosa que continúa desgarrando los inicios de este siglo XXI”, respondió el Papa. A Jorge Mario Bergoglio le gusta verse siempre con refugiados en sus viajes. Lo hizo en Lesbos, Tijuana, Bangladesh y Lampedusa, entre otros. Le interesaba repetirlo en Marruecos, un país crucial, porque desde que Italia cerró sus puertos, el flujo de la crisis migratoria en el Mediterráneo se ha concentrado en la ruta occidental. “Se trata de un fenómeno que no encontrará una solución en la construcción de barreras”, aseguró el Pontífice.
El Papa continuará hoy con el viaje con una gran misa en un estadio de la capital para la que se han extremado las precauciones de seguridad. Decenas de policías se agolpan en cada esquina de Rabat. Es imposible sacar una fotografía o grabar un vídeo sin que los agentes se percaten. Marruecos no puede permitirse ningún percance en una visita que Mohamed VI necesita para subrayar que su islam es moderado y tolerante frente a los fundamentalismos. Las televisiones lo llevan anunciando durante días a bombo y platillo. Hubo, sin embargo, un pequeño susto. Un hombre fue interceptado por los agentes de seguridad marroquíes cuando saltó las barreras y corrió hacia el monarca.